La convulsión en el PSOE-A «símbolo inequívoco» de la fuerza del liderazgo de Griñán

Sevilla- Tras los congresos provinciales, el PSOE andaluz está más tenso. Los socialistas han designado ya a todos sus delegados para el 38 Congreso Federal pero, no en todos los territorios se ha logrado una única lista de consenso –en Cádiz, Almería, Málaga y Córdoba hubo dos– y, en la mayoría, la elección de los representantes ha roto simbólicas alianzas y ha hecho aflorar rencores.
Las negociaciones han sido «duras» y el nivel de presión del círculo próximo al secretario general del partido, José Antonio Griñán, «ha superado los límites habituales en estos procesos», según aseveraron fuentes socialistas a este periódico. Sin embargo, la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, negó ayer que hubiera injerencias en la selección de los delegados. Es más, defendió que las disputas internas innegables son «un síntoma inequívoco» de la «fortaleza del liderazgo de Griñán».
«Los líderes son fuertes cuando facilitan el debate y la participación», proclamó para sumar: «Griñán facilita la democracia interna porque sabe perfectamente que tiene el respaldo del PSOE andaluz».
Fuentes del partido apuntaron a LA RAZÓN su convicción de que «no se ha salvaguardado de forma conveniente la figura del secretario general» con la estrategia seguida. Susana Díaz mantuvo que ésta no se ha visto afectada y mucho menos debilitada.
A juicio de la «número dos» del PSOE-A, la formación «ha salido fortalecida del debate y del diálogo, porque la democracia siempre enriquece, siempre cohesiona y nunca separa». «Ahora –agregó en un inciso de la Ejecutiva regional– los delegados tienen la responsabilidad de representar a todos los militantes de Andalucía con libertad, sin condicionantes». No admitió que se haya producido fractura alguna. Ni siquiera en el caso de Sevilla, donde la propia Díaz, junto a otros dirigentes provinciales, tuvo un «apasionado» desencuentro con el secretario general, José Antonio Viera, quien ya ha anunciado que apoya al candidato a la Secretaría General Alfredo Pérez Rubalcaba y no a Carme Chacón.
 «Después de una jornada con unas negociaciones, en algunos momentos complicadas –manifestó como única concesión a las críticas–, el conjunto de la organización salió con una propuesta que era la que quería el secretario general andaluz y que tuvo un respaldo mayoritario». Es más, a quienes han interpretado que Díaz/Griñán podrían haber colocado en la cuerda floja a Viera aseguró: «El liderazgo de José Antonio Viera no estaba en cuestión en ese congreso».
La secretaria de Organización enfatizó que el PSOE andaluz no ha vivido «un proceso convulso, sino tranquilo». «Ha sido un congreso caracterizado por la participación y la normalidad», dijo. Sin embargo, fuentes socialistas insisten en que «se han intentado imponer ideas y criterios» y «se han hecho mal las cosas». Griñán se reunirá esta semana con los secretarios provinciales para analizar el «puzzle». Pese a la teórica unidad y según otras fuentes, «algunos están con él y otros no».