Giorgio Napolitano

Berlusconi escribe su epílogo

Italia afronta uno de los momentos más difíciles de su historia reciente. El vacío de poder que deja la anunciada dimisión de Silvio Berlusconi coincide con el descalabro de todos los indicadores económicos, situados a niveles similares a los de las naciones europeas que tuvieron que ser rescatadas.

Berlusconi anunció ayer en varias entrevistas con la Prensa y en programas de televisión que su vida política está casi acabada
Berlusconi anunció ayer en varias entrevistas con la Prensa y en programas de televisión que su vida política está casi acabadalarazon

Roma- La única voz con autoridad que queda en el país, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, intentó ayer ofrecer algo de tranquilidad al asegurar que la incertidumbre no durará mucho. «En breve se formará un nuevo Gobierno que cuente con la confianza del Parlamento o se celebrarán elecciones de inmediato», dijo el jefe del Estado.

El choque entre los partidos hace pensar que el segundo escenario es el que tiene más posibilidades de salir adelante. Será Napolitano quien sondee a las formaciones políticas para saber si están de acuerdo con la creación de un Ejecutivo de unidad o, por el contrario, prefieren fulminar la Legislatura, que concluye formalmente en 2013, adelantando a febrero la cita con las urnas.

El presidente de la República iniciará las consultas cuando sea aprobado en el Parlamento el plan de ajuste económico exigido por Bruselas. A este compromiso llegó antes de ayer con el primer ministro, quien se vio obligado a presentar su dimisión tras haber perdido la mayoría parlamentaria. Sólo la necesidad de sacar adelante las reformas postergó unos días su renuncia definitiva.

El período de incertidumbre podría no durar mucho gracias a las prisas de los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado. Los dos aceleraron los trámites legislativos para que el plan de ajuste sea aprobado esta misma semana. La votación en la Cámara Alta ha sido adelantada al viernes, mientras que al día siguiente será el turno de la Cámara Baja. Así, Berlusconi podría presentar su dimisión el sábado y Napolitano comenzaría entonces a buscar una solución para sacar a Italia del atolladero.

Napolitano quiso tranquilizar a los que piensan que «Il Cavaliere» sólo pretende postergar su caída y que no tiene intenciones reales de dimitir. «No hay incertidumbre al respecto», garantizó. «Son infundados los temores de que en Italia pueda haber un prolongado período de inactividad. En todo momento pueden adoptarse medidas de urgencia», subrayó el jefe del Estado, intentando calmar a los que temen que el vacío de poder acabe provocando el hundimiento total.
Berlusconi anunció ayer en varias entrevistas con la Prensa y en programas de televisión que su vida política está casi acabada. Como su principal aliado en el Gobierno, la Liga Norte, él también está en contra de la formación de un Ejecutivo de transición. Piensa que no hay más opción que adelantar las elecciones, a las que aseguró que no se presentará. Será su delfín, el ex ministro de Justicia y secretario general de su partido, Angelino Alfano, quien lidere al Pueblo de la Libertad (PDL). Berlusconi quedará como «padre fundador» de la formación, por lo que no descarta su presencia en la campaña.

Anticipando el futuro enfrentamiento en las filas del PDL tras el paso atrás de Berlusconi, varios de sus «coroneles» manifestaron estar en contra de adelantar la cita con las urnas. El antiguo democristiano y ex ministro Claudio Scajola pidió la creación de un nuevo Gobierno en el que tenga cabida la formación centrista Unión de Centro (UDC). «El Parlamento tiene la responsabilidad de gestionar con presteza las dificultades. No se podría votar antes de finales de febrero. Tres meses y medio sin Gobierno sería muy peligroso», dijo Scajola.
 

«Son infundados los temores de que en Italia puede haber un largo periodo de inactividad. Berlusconi se irá»
Giorgio Napolitano Presidente de Italia