Messi no tiene quien le marque

P arece que no todo es un camino de rosas en la vida sentimental cuando consigues el triunfo en lo profesional. Apenas 48 horas después de que el jugador del Barcelona, Leo Messi, de 22 años, recibiera el Balón de Oro en Zúrich, el abuelo materno del futbolista, Antonio Cuccitini, desveló en la emisora argentina Radio 2 que su nieto ha puesto punto final a su relación de dos años con Antonella Rocuzzo. Cuando los periodistas le preguntaron si le gustaría tener un bisnieto, Antonio contestó: «¡Si Dios quiere! Sí, lo voy a ver... ¡No tiene novia ahora! Tenía una y me parece que se pelearon... Mejor, es muy joven, yo siempre le digo que se divierta».

La pareja se conoce desde la infancia, ya que ambos son de Rosario, aunque su relación comenzó en diciembre de 2008, cuando Messi viajó a su país para pasar las fiestas navideñas con su familia. Según algunas informaciones, un amigo de la infancia de Messi en el club Atlético Newell's Old Boys, Lucas Scaglia, primo de Antonella, habría sido el encargado de presentarles. A la vuelta, en el mes de enero, el delantero confesó en el programa «Hat Trick Barça» de la televisión catalana que «Tengo novia y está viviendo en Argentina. Estoy feliz y tranquilo». Un mes después se les pudo ver caminando abrazados por las calles de Barcelona. Desde entonces se hicieron inseparables. Antonella parecía haber encajado perfectamente en el núcleo del jugador y era habitual verla paseando con toda la familia de la estrella de fútbol. Así, Antonella era una más en su casa en Castelldefels . Mantenía una excelente relación con la madre de Messi, Celia y su hermano, Rodrigo, y con los más pequeños, los sobrinos de Leo, Agustín y Tomás.

Juntos en el Mundial
Aunque al barcelonista se le adjudicaron en el pasado romances con varias jóvenes como Macarena Lemos, modelo de Rosario, una chica llamada Nerina y la guapísima Luciana Salazar, nunca pudieron confirmarse estos idilios. Con Antonella, que siempre ha sido muy discreta, el jugador reconoció por primera vez ante los medios un noviazgo que se oficializó cuando ella acudió como su acompañante al Mundial de Suráfrica. Tras el tropiezo de la selección argentina en el campeonato, Antonella le consoló durante unas vacaciones en una playa de Río de Janeiro (Brasil). Nada hacía sospechar el fin de la relación.

La discreción hecha mujer
Antonella tiene 21 años, uno menos que Messi, y estudia nutrición y dietética. Al igual que el futbolista, es una mujer discreta que huye de los «flashes» y que nada tiene que ver con el perfil mediático de Carbonero, hasta tal punto que, más allá de las protocolarias declaraciones de ánimo a su ahora ex novio durante el Mundial, no ha concedido una sola entrevista ni se ha dejado caer por ninguna fiesta ejerciendo de acompañante oficial del barcelonista. Eso sí, Antonella es una gran futbolera y comparte su afición con Messi por el argentino Club Atlético Newell's Old Boys.