Vettel y Red Bull sin rivales

En el circuito de Spa-Francorchamps se esperaba que los coches energéticos sucumbieran a la superioridad de motores como el de Ferrari o Mercedes, ya que es un circuito de mucha velocidad y un solo sector que requiere apoyo aerodinámico. Pero ni con esas pudieron con ellos.

La escudería italiana firmó un fin de semana aciago, y para olvidar, en el que de nuevo los neumáticos duros de Pirelli les jugaron una mala pasada (más bien, quien diseñó el coche) porque definitivamente no son competitivos con el F150 Italia. Si a eso unimos la mala clasificación de Alonso (octavo mientras que Massa fue cuarto) y errores de estrategia desde el muro de boxes, el catálogo de excusas empieza a agotarse. Ayer, Vettel arrancó perfectamente mientras que por detrás, Webber volvía a fallar y Senna se llevaba por delante a Alguersuari, que a la vez tocó el Ferrari de Alonso, que no sufrió daños. El asturiano se mostró muy agresivo en las primeras vueltas. Además, la temprana parada de Vettel para cambiar ruedas debido a los problemas de «blistering» que sufrían casi todos hizo albergar ciertas esperanzas. Pero nada de nada.

Más errores
Los favoritos no tardaron demasiado en hacerlo y además, la salida a pista del coche de seguridad debido al accidente de Hamilton les pilló a contrapie, porque Vettel sustituyó sus ruedas de nuevo y Alonso y Webber se mantuvieron en pista. ¿Error de Ferrari? Sí, aunque más tarde no ganarían mucho más debido a la inferioridad de su monoplaza con ruedas duras. Vettel recuperó enseguida el liderato y por detrás Alonso perdía fuelle cuando colocó los neumáticos duros. Webber y Button (que remontó desde muy atrás) le pasaron y lo que es peor, casi le quitan las pegatinas del casco, porque apenas pudo presentar batalla con un coche más lento y el alerón móvil de sus rivales. Red Bull firmó un gran doblete y venció en un escenario inesperado. Para Ferrari, sólo queda pensar en 2012 y reflexionar mucho.