Defender a Rajoy

Lo que esperamos ahora es que el Gobierno de España y su ministro de Exteriores salgan en defensa de Rajoy ante la enésima injerencia de Rabat en asuntos de España. Cuando el primer ministro marroquí tilda de provocación la visita del líder del PP a Melilla está inmiscuyéndose en asuntos en que no incumben a su gobierno. Quien provoca es Abas El Fasi con semejante declaración, impropia de un país vecino y amigo. Una provocación más que se suma a la de este verano en la frontera, a las abusivas agresiones a manifestantes españoles en El Aaiún, y a tantas declaraciones impropias desde Rabat sobre Ceuta, Melilla, los peñones, Canarias o el Sahara.

El presidente del PP está en su derecho de visitar Melilla cuando le plazca. Es ciudad española desde hace más de quinientos años y nunca ha sido marroquí. No hay ocupación alguna sino la libre decisión de los melillenses. El único que pretende ocupar ilegalmente es Marruecos, como se vio en su día con el Sahara Occidental y después en el islote de Perejil. Moratinos no puede seguir en el limbo aceptando siempre las versiones impresentables de Rabat. Buenas relaciones sí, pero con respeto mutuo. Si no se sale en defensa de Rajoy habrá que pensar que es que en este asunto hay cierto nivel de connivencia desleal entre Moncloa y Marruecos. Algo no sólo impresentable, sino además grave.