Obama se lanza a la reconquista

Nueva York- Durante los últimos días, el presidente Barack Obama y el candidato republicano Mitt Romney habrían desaparecido prácticamente de la escena política si no fuese por los correos electrónicos que han mandado sus equipos de campaña a los votantes. Obama se recluyó en la residencia oficial de descanso en Camp David (Maryland) desde el sábado hasta ayer, que volvió a la Casa Blanca para participar en los actos del 4 de julio, Día de la Independencia de EE UU. El mandatario empezó la jornada con una ceremonia de nacionalización de 25 inmigrantes, nacidos en 17 países diferentes, miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses. En un guiño al voto hispano, Obama recordó que «la inmigración hace Estados Unidos más fuerte y próspero. Nos coloca en posición de liderazgo en el siglo XXI», explicó en el mismo acto después de que la inmigración se haya convertido en un asunto de campaña.

Obama estará muy pendiente mañana del informe laboral que se publica el primer viernes de cada mes. El índice del desempleo se encuentra en el 8,2%, porcentaje que contradice el mensaje de recuperación económica del Partido Demócrata y cuyas perspectivas preocupan a los estrategas del demócrata. Mientras, hoy se embarcará en una gira de dos días –por primera vez usará el autobús de campaña 2012–en los determinantes estados de Ohio y Pensilvania.
Los actos le llevarán a comunidades del norte de Ohio, conocido como el cinturón manufacturero, que ha sentido más la recesión que el resto. Esta zona no sólo es determinante para ganar el estado en las elecciones presidenciales, sino que también es un excelente laboratorio de trabajo para el equipo de campaña de Obama, por estar muy poblado del perfil de votante blanco y de clase trabajadora. Por ello, se presenta como un lugar inmejorable en el cual probar las tácticas y discursos del presidente. De momento, los demócratas han lanzado duras críticas contra el republicano con anuncios en Ohio y Pensilvania, que aseguran que «las empresas de Mitt Romney fueron pioneras en llevarse los trabajos de estadounidenses a países más baratos. Respalda los recortes de impuestos a las compañías que crean trabajo en otros países. En cambio, el presidente Obama cree en traer esos empleos a nuestro país», concluyen los espacios. Después, su equipo tendrá que comprobar si los mensajes han conseguido contrarrestar la fuerza de Romney por sus buenas credenciales en el mundo de los negocios, sobre todo, con los votantes blancos de clase trabajadora.

El programa de Obama incluye paradas en un museo, en un parque, donde está previsto que tome un helado, y en un suburbio de Cleveland. Mañana visitará un colegio de educación primaria y después pondrá rumbo a Pennsylvania para un acto en Pittsburgh. Hasta ahora, Obama se ha gastado en Ohio 16 millones de dólares en anuncios de televisión. A esta cifra hay que sumar la de una SuperPAC demócrata (por uno de los grupos que hacen campaña agresiva a favor y en contra de los candidatos) para la que ha utilizado 2,7 millones de dólares. Por su parte, Romney ha invertido cinco millones y asociaciones próximas al Partido Republicano, ocho millones.

Durante estos días, el clan Romney, es decir el republicano, su esposa, sus cinco hijos, sus cinco nueras y sus 18 nietos, han pasado el fin de semana en su mansión de New Hampshire frente al lago Winnipesaukee. Estas imágenes de Romney con su familia son nuevas para el electorado, acostumbrado a verle en traje y camisa, con un estilo de hombre de negocios. Con ellas, intenta contrarrestar la imagen de político frío y duro, que ya se reveló como uno de los puntos débiles de Romney en las elecciones internas. Su equipo también tendrá que examinar qué resultado le da en las encuestas dejarse ver yendo a la iglesia, comprando helado a sus nietos, paseando con su mujer y jugando al voleibol con sus hijos.

Todo lo contrario al presidente Obama. Su hábitat natural parece ser el escenario de cualquier acto de campaña gastando bromas a su audiencia. Sin duda, los dos políticos tienen algo en común: después de este pequeño descanso con motivo del 4 de Julio, las estrategias entran en una nueva fase hasta que lleguen a las convenciones de sus respectivos partidos, Tampa (Florida) para los republicanos en agosto y Charlotte (Carolina del Norte) en septiembre para los demócratas.

Un largo Verano sin vacaciones
El presidente de EE UU, Barack Obama, y su familia no viajarán este año en agosto a la exclusiva isla de Martha's Vineyard, donde han pasado sus vacaciones de verano desde 2009. Martha's Vineyard, un lujoso enclave del estado de Massachusetts, se encuentra entre los lugares preferidos de la élite progresista del país. Sin embargo, este año se romperá la tradición, según confirmaron a Efe fuentes de la Casa Blanca. El presidente pasó nueve días allí el pasado año, pero tuvo que adelantar su regreso a Washington ante la llegada del huracán «Irene» a la costa este del país.