Atenas
La UE estudia aplazar el rescate a Grecia hasta abril
Bruselas podría adelantar parte de los 130.000 millones para evitar la quiebra y esperar al resultado de las elecciones
La zona euro ha comenzado a estudiar la posibilidad de retrasar la entrega del dinero correspondiente al segundo rescate de Grecia o incluso trocearlo. La tragedia griega parece haberse enquistado en el tiempo pues, aunque las condiciones impuestas por la «troika» –Comisión Europea, FMI y BCE– podrían considerarse satisfechas, los socios europeos se han hecho los remolones ante la opción de entregar los 130.000 millones de euros prometidos a Atenas y dar otro capítulo por cerrado. La reunión de los ministros de Economía de la zona euro celebrada ayer, vía teleconferencia, sólo aplazó la decisión al próximo lunes.
Alemania, Finlandia y Holanda ya no se muestran tan entusiastas al defender la permanencia de Grecia en el euro y comienzan a estudiar propuestas para retrasar el paquete de rescate, o para dividirlo, de modo que se adelantaría sólo una parte del dinero que el Estado griego necesita –14.500 millones el 20 de marzo– para evitar una quiebra inmediata, pero sin comprometer del todo el rescate.
Esta nueva estrategia del palo y la zanahoria de los socios europeos se produce después de que los líderes políticos griegos hayan demorado hasta ayer mismo la firma de sus compromisos con el paquete de ajustes. Después de que el socialista Yorgos Papandreu lo hiciera el martes, ayer le tocó el turno al reticente responsable del partido conservador Nueva Democracia (ND) y segundo socio del Gobierno de coalición griego, Antonis Samaras, que se comprometió por fin por escrito a llevar a cabo las reformas pero incluyó algunas condiciones que no especificó. El Ejecutivo heleno prevé anunciar el próximo lunes la operación de canje de bonos a través de la cual la banca condonará a Atenas 100.000 millones.
Pese a todo, el temor a que sus socios les dejen en la estacada cunde en Atenas. Grecia «está al borde del abismo» y «muchos» quieren que abandone el euro, lamentó su ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ante el bloqueo de las negociaciones entre Bruselas y Atenas sobre el préstamo vital para las finanzas griegas.
Respaldo
De parte helena se ha posicionado la CE, que ha vuelto a insistir en que las derivadas de un «default» griego serían muy dolorosas para el pueblo heleno e implicaría un escenario descontrolado para el resto de los Estados miembros. «Las consecuencias serían devastadoras para los griegos, sobre todo para los más vulnerables, para la UE y más allá. Eso –una quiebra– no resolverá los problemas griegos, sino que además afectará a su capacidad de generar riqueza. La pérdida de competitividad de la economía griega seguirá ahí», dijo el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.
Entre los países de la UE que peor encajarían la caída griega está Italia. Ayer, el «premier» italiano, Mario Monti, justificó la «dureza» con la que se trata a Grecia por considerar que el país heleno «ha sido un perfecto catálogo de las peores prácticas políticas» en la UE.
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