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Fernando Carrasco: «Es denigrante que a una familia le corten la luz para poder comer»

Fernando Carrasco reconoce que cada vez que se conocen los datos del paro se echan a temblar
Fernando Carrasco reconoce que cada vez que se conocen los datos del paro se echan a temblarlarazon

ÁVILA- Está preocupado por la situación que está atravesando España y por que las ayudas se agotan y desde Cáritas ya no dan más de sí. Pero pese a esta cruda realidad, Fernando Carrasco es optimista y sueña con que esta crisis sirva de integración social y para que la sociedad vea la necesidad de compartir más. Cree que el nuevo Gobierno de Rajoy ha traído aire fresco y un halo de esperanza y, desde su cargo como presidente de Cáritas en Castilla y León trata de transmitir ilusión, pese a que se echa a temblar cuando cada mes se conocen los datos del desempleo.

–¿Qué balance hace de este año que acaba y cómo encara Cáritas Castilla y León el que viene?
–En cuanto a los datos de atención son similares a los de 2010, donde atendimos a 75.000 personas. Pero hay un agravante, y es que se están agotando las ayudas para los gastos en los alquileres de las viviendas, las facturas de la calefacción o la luz, que es la mayor demanda. Es denigrante que a una familia le corten la luz de su casa para poder comer.

–¿Son estos gastos corrientes lo que más se demanda a Cáritas?
–Actualmente sí. La comida la estamos subsanando de momento con la ayuda de los bancos de alimentos, de los sindicatos agrarios, las instituciones y de los cientos de donantes anónimos que nos ayudan. Pero también nos reclaman ayuda para acceder a un empleo y orientación legal sobre todo los inmigrantes.

–¿Cual es el perfil de la pobreza hoy en nuestra Comunidad?
– La crisis ha hecho variar los perceptores de ayudas. A los que cuentan con situaciones previas de vulnerabilidad y peligro de exclusión social se unen a ahora personas y familias trabajadoras que carecen de ingreso alguno, que se han quedado sin ayudas del paro y acuden por vez primera a Cáritas. También casos de rupturas personales y familiares realmente estremecedores. También están regresando personas que se habían reinsertado pero que han vuelto a endeudarse y a empobrecerse. Cada vez que salen los datos del desempleo en España y ves que no hay soluciones, entran escalofríos.

–Desde Cáritas apeláis a una reacción común para luchar contra la pobreza. ¿Está reaccionando la sociedad a esta llamada?
–La gente es cada vez más sensible a este tema. Es algo que se habla en los bares, en las tiendas, en los comercios... Hay angustia y preocupación. También disponemos de una amplia red de voluntarios que dedican su tiempo libre para ayudar a los necesitados. Su labor es impagable. . Pero sin ser utópico, me pregunto que por qué no somos capaces en esta sociedad de compartir más. Esta brutal crisis que estamos padeciendo puede servir para ello y como forma de integración social. Sería bueno que desde Cáritas no agotáramos todos los recursos en estas ayudas y que la gente abra las puertas de sus casas para que entren las familias que lo necesitan.