Conciertos
ANÁLISIS 2011 año clave
Da el pistoletazo de salida a las grandes citas de la música. Y este año se reinventa. El Festival de Benicàssim arranca con un cartel apabullante y quiere borrar el mal recuerdo que dejó el pinchazo de 2010.
¿Por qué esta edición es especial?
–Por la asistencia. Si en 2009 se batió el récord, casi llegando a los 200.000 fibers, en 2010 fue negativo: 125.000 asistentes. El día con más público apenas llegó a 35.000 personas, con lo que, de media, perdieron 17.500 fibers al día, algo que podría poner en peligro (de hecho ha habido rumores) la supervivencia de un festival que vende sus abonos por 170 euros y a 70 la entrada de día.
¿Resurge el FIB en tiempos de crisis?
–Sí. En el peor año de la crisis pierde a su principal patrocinador (y su apellido) durante los últimos años: Heineken ha desaparecido. Sin embargo, la respuesta ha sido contundente, con unos nombres muy por encima de los de 2010, en el que, salvo la presencia de Gorillaz, resultó bastante discreto. Esta es la segunda edición con el empresario irlandés Vince Power al frente (que dirige un pequeño emporio de festivales) tras la salida de los hermanos Morán. Su resultado económico el año pasado fueron pérdidas económicas.
¿Apuesta por un nuevo modelo de financiación ?
-Así es. Maraworld es el nombre de la empresa que dirige Power, propietaria de Music Festivals, una compañía que cotiza en Bolsa, con el objetivo, entre otros, de captar 7,4 millones de euros con los que financiar la compra de más encuentros masivos. El Fib, en un buen año, puede facturar 13 millones de euros.
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