Estados Unidos
Bill Richardson: «Reconozco que el Tea Party se ha fortalecido»
«La popularidad de Obama ha bajado, pero aún es muy respetable»
Madrid- El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, ha venido a España invitado por la Fundación Rafael del Pino para pronunciar la conferencia «Perspectivas sobre democracia y libertad en el mundo». Presente en la vida política estadounidense desde hace dos decenios, este democráta –que también tuvo tiempo para entrevistarse con el ex presidente José María Aznar durante su estancia en Madrid– gobierna un estado emergente que ha hecho de las energías renovables su gran activo.
–¿Cómo valora la bajada de popularidad de Obama?
–Ha bajado, pero todavía es muy respetable: en torno al 45% de los estadounidenses cree que su gestión es positiva y es una cifra muy respetable que le da consistencia. Lo importante es que en el resto del mundo, por ejemplo en Europa, tiene el respaldo del 80% de los resultados. Es un gran indicador porque lo más importante que ha hecho Obama es restaurar las relaciones y el prestigio americano en el mundo.
–¿Es uno de sus logros la reforma de la Sanidad?
–Por supuesto. A pesar de que tuvo un proceso muy complicado en el Congreso, él se comprometió a las leyes de salud y lo hizo. Así, ha permitido que la cuarta parte de la población tenga un plan de salud, especialmente los colectivos más desprotegidos, como los pobres y los inmigrantes.
–En los últimos meses el «Tea Party», el ala más conservadora de los republicanos, ha cobrado mucha fuerza...
–Tengo que reconocer que se han fortalecido, pero son un sector muy radical que al final va a perjudicar al Partido Republicano en las elecciones porque el votante republicano medio no se siente representados.
–¿Se han aprovechado ellos de la crisis?
-Sí, exactamente del descontento y la frustración de los estadounidenses ante la evolución de la crisis. Pero, insisto, son muy radicales tanto, que es lo mejor que nos puede pasar a los demócratas, ya que tenemos más posibilidades de ganarles que a los republicanos moderados.
–Como gobernador de Nuevo México, ¿qué opinión le merece la ley migratoria de Arizona?
–Un error, es una ley anticonstitucional. Por ejemplo, en mi estado integramos al inmigrante, no lo demonizamos. Tenemos leyes que permiten que los inmigrantes conduzcan vehículos, se asegure la educación de sus hijos. Afortunadamente, una jueza de Arizona la ha bloqueado. Es positivo, pero tenemos que ir al fondo de la cuestión y lo que Estados Unidos necesita es una Ley de Inmigración que salga de Washington y que impida a cada estado tomar medidas por su cuenta. También le digo que esta reforma de la Ley de Inmigración no valdría de mucho si no se le dota de más recursos para proteger la frontera y si no establece los mecanismos para legalizar a once millones de ilegales. Con condiciones, como que aprendan inglés, que paguen multas por entrar ilegalmente, que no tengan antecedentes penales. Lo que no es realista es expulsar a estos once millones de ilegales. Con la ley de Arizona se vulnera nuestra tradición de acoger a los inmigrantes.
–El problema de la frontera también es dramático. ¿Cómo se pueden desactivar las mafias que trafican con inmigrantes?
–El problema de los narcos en la frontera es muy serio. Tenemos que tener una política de cooperación efectiva con México. El presidente Felipe Calderón está haciendo una gran labor, pero los problemas siguen a pesar de todo. En Santa Fe este domingo vamos a tener un encuentro todos los gobernadores de estados fronterizos para intercambiar opiniones sobre la infraestructura en la frontera y cómo podemos cooperar más para erradicar la violencia.
–¿Hay motivos para preocuparse por los últimos episodios de la quema del Corán? ¿Teme que se agudice el antiamericanismo en el islam?
–No, porque creo que las naciones islámicas reconocen que el presidente Barack Obama ha hecho un gran esfuerzo de acercamiento a estos países. Evidentemente, situaciones puntuales como la quema de coranes en Estados Unidos no ayudan, pero creo que son actos aislados y se entenderán como tales.
«Somos dinámicos»
Nació en California en 1947. Descendiente de latinos. En el 82 ganó su primer escaño por Nuevo México en la Cámara de Representantes y en ella permaneció durante 14 años. En 2007 anunció su candidatura a la Presidencia de EE UU, aunque no pasó de las elecciones primarias. Barack Obama le ofreció la Secretaría de Comercio, aunque finalmente la rechazó. Ahora, como gobernador, define su estado –Nuevo México– como un centro emergente y en movimiento. «Somos el centro de la energía renovable en EE UU y hemos creado un plan de turismo espacial que ha sido un éxito. El sistema educativo ha mejorado mucho. Somos un estado dinámico», asegura.
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