Damasco

Golpe a la cúpula de Asad

Un atentado suicida en Damasco descabeza al entorno de confianza del presidente sirio. Los rebeldes se atribuyen el ataque y los combates en la capital se intensifican

Golpe a la cúpula de Asad
Golpe a la cúpula de Asadlarazon

Los rebeldes sirios no sólo han alcanzado el corazón de Damasco, sino que también han «descabezado» la cúpula militar. El régimen sirio recibió ayer el peor golpe desde el inicio de la revolución, que acabó con la vida del ministro de Defensa, Daud Rajha, y su viceministro, Asef Shawkat, el general Hasan Turkmeni, adjunto del vicepresidente, y el ministro de Interior, Mohamad Ibrahim al Shaar, en un atentado con bomba contra el ultraprotegido edificio de la Seguridad Nacional. El ataque, que se produjo por la mañana, fue perpetrado por un suicida que activó su cinturón de explosivos en la sala donde se reunían los altos responsables del aparato de seguridad. También resultó herido por la explosión el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham Ijtiar. La agencia de noticias SANA confirmó que el kamikaze era un guardaespaldas del fallecido ministro de Defensa. El Ejército Libre de Siria (ELS) no tardó en reivindicar la hazaña que costó la vida tres altos generales, el segundo además era el cuñado del presidente Asad.

Una batalla campal
El portavoz del ELS, Sami Kurdi, aseguró que el ataque se llevó a cabo en coordinación con los escoltas de algunos responsables políticos que estaban dentro del edificio. Junto a la reivindicación del ejército rebelde, el grupo islamista Liwa al Islam (la Brigada del Islam) se responsabilizó del atentado suicida en su página en Facebook. El hecho de que haya sido un kamikaze el autor del ataque justifica la propaganda del régimen sobre la amenaza de grupos terroristas que están actuando para desestabilizar el país. Hasta la fecha el ELS no había reivindicado ninguno de los atentados terroristas perpetrados en la capital, lo que demuestra que los rebeldes han cambiado de tácticas y la profecía de que Siria podría convertirse en un nuevo Irak empieza a tomar forma. Poco después, el ministro de Información sirio, Omran Zoabi, en una intervención televisiva tildó de «cobarde» el atentado contra la sede de la Seguridad Nacional, y denunció que esa acción es una «conspiración» contra Siria.

Tras la estocada mortal de los rebeldes contra el aparato de la Seguridad, hubo cinco potentes explosiones en las inmediaciones del cuartel general de la temida Cuarta División, dirigida por Maher, el hermano menor del presidente. Las calles del centro de Damasco se convirtieron en escenario de una batalla campal entre seguidores y detractores de Asad. Literalmente, la ciudad ardía en llamas: altas columnas de humos, fuego de artillería de los tanques, bombardeos desde helicópteros y disparos con mortero. Con los ánimos exaltados miles de manifestantes a favor y en contra del régimen inundaron los barrios de la capital. El apoyo mostrado al régimen en las calles de Damasco pone de manifiesto que, a pesar del fiero avance de los rebeldes en el centro de la ciudad, la salida de Asad no será inminente.

El régimen, aunque ha empezado a fracturarse tras la estampida de una veintena de generales que han desertado y la dimisión de media docena de embajadores, sigue contando con el apoyo militar de los alauíes, las milicias shabiha, sus aliados regionales -Irán, la milicia libanesas de Hezbolá- y las armas y el apoyo político de Rusia, que de nuevo reiteró ayer su rechazo a las sanciones internacionales.

El Ejército Libre de Siria ha aumentado su capacidad combativa después de 15 meses de conflicto, pero todavía no ha superado sus divisiones locales. En toda Siria no hay un solo territorio que haya sido completamente liberado por los rebeldes. La crítica situación que se vive en estos últimos días muestra que Siria ha llegado a un punto de no retorno. Imposible de vaticinar el futuro, lo único que está claro es que el país nunca volverá a ser lo que fue.

 

Las víctimas
DAWOUD RAJHA
Ministro de Defensa

Está considerado como una de las figuras más temidas del régimen. Su aversión a los rebeldes le convirtió en un blanco para ellos. Culpó a los países occidentales de la revolución siria. Fue el primer cristiano en dirigir el Ministerio de Defensa. También era el viceprimer ministro.

Assef Shauqat
Jefe de Inteligencia

El también viceministro de defensa era uno de los más cercanos a Asad, no sólo por ser su cuñado, sino por su labor en el combate contra los rebeldes.

Hasan Turkmani
Gral. responsable de crisis

Asesor del vicepresidente sirio, estaba al frente de la célula de crisis establecida al iniciarse la revuelta. Se le hace responsable de la campaña de torturas contra los rebeldes.

Mohamed Al Shaar
Ministro del Interior

Fue el comandante de la Policía Militar siria y director de la prisión de Sednaya. La Unión Europea le había impuesto sanciones.