Málaga
El Gobierno renuncia al protocolo antiabucheos
El desfile del 12 de Octubre del año pasado tuvo un protagonista indiscutible: los silbidos, todos dirigidos al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Los abucheos y los improperios se repitieron incluso al comienzo del homenaje a los que dieron su vida por España, dado que en ese momento se anunció que el jefe del Ejecutivo acompañaba al Rey para proceder a honrar a los militares muertos en acto de servicio. A ese punto se aferró la ministra de Defensa, Carme Chacón, para promover y anunciar la puesta en marcha de un protocolo contra estas expresiones públicas, o más correctamente, para evitar que se produjeran los abucheos en momentos como los citados. La idea de Chacón era que, antes del himno, del izado de la bandera y del homenaje a los caídos, se pidiera silencio por megafonía. Además, pretendía consensuar con la oposición el número de tribunas y su ubicación e incluso las autoridades que estarían invitadas al acto. Así pretendía mitigar los abucheos.
Sin imposiciones
La oposición en pleno rechazó la idea. «El respeto y la educación no pueden imponerse», advertía incluso Gaspar Llamazares. Siete meses después de aquella polémica, el Gobierno ha dejado aquella idea dormir el sueño de los justos y buscar soluciones más prácticas que permitan a los ciudadanos identificar claramente los diferentes momentos del desfile del 12 de Octubre. El gran problema en el del año pasado fue que, además de no haber tribunas, en muy pocos puntos había pantallas para ver lo que estaba ocurriendo en la zona central, donde se desarrollaban los homenajes, por lo que los ciudadanos asistentes se guiaban sólo por lo que oían a través de la megafonía y cada vez que se mentaba al presidente del Gobierno montaban en cólera. Según fuentes del Gobierno consultadas por este periódico, no será el Ministerio de Defensa el encargado de buscar una solución, sino que desde hace tiempo esa posible regulación (descartada ya) o las alternativas que permitan un normal desarrollo del desfile han recaído en el Ministerio de la Presidencia, que actualmente dirige Ramón Jáuregui.
Éste, convencido de que es imposible y poco realista regular la actitud de los ciudadanos que asisten a la celebración, se pondrá en contacto con el Ayuntamiento de Madrid para buscar soluciones de cara al próximo día de la Fiesta Nacional. En principio, el Ejecutivo tratará de buscar con el Consistorio una nueva ubicación que permita la instalación de gradas y una mejor visibilidad de la zona central del acto, es decir, la tribuna de autoridades y el podio donde se lleva a cabo el homenaje a los caídos.
Otro escenario
El cambio de escenario de la Plaza de Colón a la de Lima, en la capital, se debió a la recolocación de la estatua del descubridor en el centro de los carriles de la Castellana con rotonda incluida, lo que imposibilitaba repetir el esquema de otros años. Pero además de buscar una nueva situación para el desfile, ambas instituciones tratarán de colocar pantallas a lo largo del recorrido donde se ubica el público para que en todo momento puedan ver lo que sucede en la tribuna y alrededores, algo que ya hizo ayer Defensa en Málaga sin el éxito deseado. De este modo pretenden salvaguardar los momentos señalados por Chacón, especialmente el homenaje a los caídos y a la bandera, y no tener que regular algo imposible de hacer como es que los ciudadanos abucheen o aplaudan a sus líderes políticos cuando consideren oportuno.
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