BBVA
Bankia avisó al salir a Bolsa de los riesgos de la operación
La CNMV certifica que ofreció «toda la información legalmente exigible»
MADRID- El folleto informativo de la Operación Pública de Suscripción de Acciones de Bankia reflejó de forma clara los riesgos que podían tener los inversores que decidieran comprar acciones de la entidad, que la pasada semana cumplió su primer año desde que debutara en Bolsa. Éste será uno de los argumentos que defenderá el jueves el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, que escuchará también a los ex presidentes de las cajas nacionalizadas y a ex ministros.
El pasado día 20, Bankia cumplió su primer año de cotización en Bolsa, periodo en el que ha acumulado una pérdida de su valor superior al 80%, equivalente a más de 5.100 millones de euros. El desplome de la cotización –las acciones salieron al mercado a un precio de 3,75 euros y cerraron el viernes a 0,618 euros– no ha sido más que la materialización de las advertencias que la entidad realizó en el folleto. Como destacó la CNMV, la entidad hizo constar «toda la información relevante legalmente exigible». Su presidente, Julio Segura, señaló hace un mes que todos los riesgos que se han materializado estaban recogidos en la información suministrada al mercado, incluida la nacionalización de la entidad.
Más de la mitad del resumen del folleto informativo está dedicado en su totalidad a describir todos los riesgos en los que podía incurrir un inversor que quisiera comprar acciones de Bankia. El apartado «factores de riesgo» desvela a lo largo de 22 páginas de una forma exhaustiva la exposición de la antigua caja al sector inmobiliario o el de sus empresas participadas. Recoge la posibilidad de que los riesgos que enumera pueden «llevar a una pérdida parcial o total de la inversión realizada».
Sin ningún género de dudas, la exposición de Bankia al mercado inmobiliario español –la principal causa de la crisis bancaria que ha terminado con la ayuda de la UE de hasta 100.000 millones– es el mayor riesgo que se destaca en el folleto, toda vez que los créditos hipotecarios representaban a cierre de 2011 el 45% de la cartera crediticia bruta del banco. A este riesgo habría que sumar el derivado de la exposición a la promoción inmobiliaria, que ascendían en la misma fecha a 32.950 millones, alrededor del 16,6% del riesgo crediticio bruto. Los créditos a promotores inmobiliarios soportan una morosidad elevadísima, que en algunas entidades supera el 30%. La entidad advertía del creciente nivel de morosidad como consecuencia de las adversas condiciones económicas del país y el aumento de la tasa de paro. El folleto llega a asegurar de que existe el riesgo de que las valoraciones a las que se encuentran registrados estos activos en balance pudieran no corresponderse con las de mercado, dadas las dificultades del sector inmobiliario.
Las advertencias llegan también a los créditos no relacionados con la vivienda, que pueden derivar en un incremento de los saldos dudosos y obligar a incrementos adicionales de coberturas. La segunda fase de la reforma financiera ha dado la razón a Bankia.
El valor de las participadas
Madrid- Bankia hizo referencia también en el folleto de salida a Bolsa que registró ante la CNMV a los posibles riesgos emanados de sus empresas participadas, al realizar muchas de ellas su actividad en sectores altamente regulados como energía, telecomunicaciones, finanzas o seguros. Bankia participa en el capital de sociedades como Mapfre, IAG (la empresa resultante de la fusión entre Iberia y British Airways), Indra, NH o Iberdrola, por citar sólo las más representativas. Un repaso al folleto despeja cualquier duda sobre las advertencias de la entidad emisora que alcanzan a una posible falta de liquidez en los mercados mayoristas, que también se ha podido comprobar durante los últimos meses con el ascenso de la prima de riesgo hasta niveles desconocidos hasta ahora. Bankia informó también de una pérdida de confianza en la economía española, en los riesgos derivados de la integración de las siete cajas que dieron origen a la entidad e incluso de los posibles cambios normativos y de requerimientos de capital. El hecho de que la entidad financiera fijara el precio de salida a Bolsa de las acciones en 3,75 euros, por debajo de la banca indicativa fijada en junio del pasado año (entre 4,41 y 5,05 euros), refleja el riesgo que suponía la inversión. Los propios bancos colocadores aconsejaron a la dirección de Bankia rebajar el precio de salida de las acciones hasta en un 60% en relación con el valor en libros, muy por debajo del de los bancos europeos.
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