España

El interés alemán por José Ramón Pin Arboledas

La Razón
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Las cumbres europeas avanzan a paso de tortuga. Al final, sus dirigentes salen diciendo que se han tomado medidas... para tomar medidas más adelante. Hace algunas cumbres que se viene hablando de la unidad bancaria; tener un regulador único para todos los bancos de la eurozona. En la cumbre europea de esta semana, Alemania ha retrasado su puesta en marcha. A España, con la ayuda de Italia y, ahora, de Francia le urge esta unión. Dos son sus razones: a) dar seguridad sobre sus instituciones bancarias, una vez supervisadas por Europa tendrán más imagen de solidez; b) evitar que los casi 60.000 millones de euros€ que nos debe enviar Europa para cubrir las necesidades de liquidez de sus instituciones bancarias computen como deuda pública. Mientras ese dinero pase a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) se considera que su responsable es el Estado español y, en consecuencia, se le añadirá al cálculo del porcentaje de deuda sobre el PIB (casi 6 puntos). Pero la canciller no tiene prisa. Con la excusa de que hay que ser riguroso ha impuesto su retraso. Se pondrá en funcionamiento a lo largo de 2013 y, si no es posible, en enero de 2014. Es lógico preguntarse por qué Merkel se ha empeñado en ello. Una respuesta puede ser política: en Alemania hay elecciones el año que viene y a los germanos les gusta una dirigente dura, que impone sus decisiones a los poco fiables europeos del sur. Pero podría haber otra causa: ¿Y si la banca alemana no estuviera lo suficientemente saneada para superar una supervisión estrecha de un organismo supranacional? Nadie habla sobre la solvencia de la banca alemana, especialmente de la mediana y pequeña. No hay razones para dudar de ella, pero el empeño en retrasar la puesta en marcha de un mecanismo europeo de supervisión arroja una sombra de sospecha. He visto propaganda de un gran banco alemán en España. Está aprovechando la imagen de solidez que le da su origen territorial. Sin embargo, el empeño de la canciller no me aumenta la confianza en la banca alemana. Antes bien me la debilita.

 

José Ramón Pin Arboledas
Profesor del IESE