El jefe de producción de Orange Market dice que no pagó trajes a Camps ni a Costa

Valencia- El espíritu navideño no ha conseguido calar en el juicio de los trajes. Ayer se volvieron a vivir momentos de tensión en la sala en la que se juzga al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y al exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa. Aún así, se escucharon declaraciones favorable a las defensas.

El jefe de producción de Orange Market, Cándido Herrero, aseguró que «jamás di instrucción de que Orange Market pagase prendas ni a Camps ni a Costa» y, tras insistentes preguntas de la Fiscalía, reiteró «nunca me han dicho que se les pagaran prendas». Al final y requerido por el letrado de la acusación particular, Virgilo Latorre afirmó, «yo no sé lo que hacen Álvaro Pérez o Crespo». Herrero reforzó las tesis de las defensas que apuntan al sastre José Tomás como el autor de las facturas falsas que incriminan a los acusados.

Herrero protagonizó el primer incidente. Latorre le llamó la atención porque en lugar de mirarle a él cuando le preguntaba volvía la cabeza hacia las defensas. «No sé si es un tic».

Admitió que pagó facturas elevadas, que superaban los 30.000 euros sin saber el concepto e incluso extrañado por la elevada cantidad, pero efectuaba los pagos porque así se lo indicaban «sus jefes», es decir, o Álvaro Pérez «El Bigotes» o Pablo Crespo, considerados ambos cabecillas de la trama. «Tomás (el sastre) me dijo que me pasaba una factura, era de mucho dinero y que no tenían que ver con la empresa y yo lo pagué porque así me lo ordenó Álvaro Pérez».

Tras la declaración de Herrero, continuaron las de los testigos citados por la defensa y que han formado o forman parte de puestos de la Generalitat en los que se ha contratado algún servicio a Orange Market.

Como ocurrió ayer, el magistrado Climent impidió contestar aquellas preguntas relativas a si los acusados pidieron trato de favor para Orange Market. La defensa presentó queja por desigualdad procesal.

Camps hizo comentarios y Climent le instó a callarse «está ahí detrás, pero le veo». Por la tarde, Camps y Costa estaban sentados ligeramente desplazados de sus abogados. Lo solicitó Climent para tener a Camps a «tiro».