ISAF

Mandos militares piden pasar al ataque contra los talibán

El pasado 21 de junio, tropas españolas y estadounidenses realizaron una operación conjunta que acabó con la vida de dos insurgentes y causó varios heridos entre el enemigo. Las dos bajas, ambas en las cercanías del puesto avanzado español de Darra-e-Bum, resultaron ser sendos cabecillas de los talibán en la zona.

Varios militares portan a su llegada ayer a Las Palmas el féretro del sargento y la soldado fallecidos el domingo
Varios militares portan a su llegada ayer a Las Palmas el féretro del sargento y la soldado fallecidos el domingolarazon

Represalia por el ataque del 18 de junio en el que cuatro militares españoles y un intérprete resultaron heridos u operación ya planteada anteriormente, es el ejemplo claro de lo que, en opinión de varios mandos militares consultados por LA RAZÓN, debería ser la misión en Afganistán: ofensiva y no netamente defensiva o de respuesta. No es una reclamación nueva en esta misión, pero dado el cariz que está tomando tras el anuncio del comienzo de retirada para principios de 2012. Según las fuentes consultadas, mantener la táctica actual dejando en manos de los talibán la iniciativa de las operaciones supone, tácticamente, un error. «Hay que dar un golpe de mano, demostrarles que estamos dispuestos a cumplir nuestra misión hasta el final», asegura una de las fuentes. Y eso supone, añade, «golpear nosotros antes de que se muevan ellos, no esperar a que nos ataquen para responder».

Así, otra de las fuentes consultadas afirma que «en este momento en que nos han atacado con éxito, causándonos dos bajas, habría que responder con contundencia, atacándoles en su terreno, dado que ellos están crecidos y no tienen nada que perder, lo cual supone un riesgo táctico añadido». La cuestión, subrayan, es no sólo realizar operaciones puntuales como la de la del 21 de junio, sino mantener una ofensiva permanente que haga retroceder a los insurgentes y les impida seguir demostrando su fuerza. «Es además –señalan– una manera de decir a la población civil que no les abandonamos, que vamos a cumplir nuestra misión hasta que puedan vivir tranquilos, sin miedo a lo que pueda pasar tras la salida de las tropas». Todas las fuentes consultadas coinciden en que el anuncio de los planes y plazos de retirada de nuestras tropas supone un «error táctico» y «un acicate para los talibán».

El punto clave de ese error es, subrayan, la población civil, que también sabe, y de eso se encargan bien los insurgentes, que la presencia de las tropas internacionales tiene fecha de caducidad y que tras ellas, lo que queda, son los talibán. Por eso puede producirse ahora un desapego de la población civil hacia nuestras tropas lo que supone no sólo perder la guerra de la publicidad sino también la disminución de fuentes de información para la inteligencia española. A partir de este razonamiento, los mandos consultados insisten en la necesidad de tomar la iniciativa precisamente por las dos vertientes: no sólo para arrinconar al enemigo y mermar sus fuerzas sino para trasmitir un mensaje claro a la población civil.

En los dos últimos ataques perpetrados contra nuestras tropas, el pasado 18 de junio y el domingo, los talibán no han hostigado a las patrullas tras la explosión del artefacto improvisado, una técnica habitual en otras ocasiones. De esta manera, consideran mandos militares consultados por este periódico, consiguen mayor publicidad y minimizan las bajas en sus filas. Uno de los principales objetivos de la misión en la provincia de Badghis, sede de las tropas españolas, sigue sin cumplirse. La ruta Opal, que cierra la carretera que circunvala todo el país uniendo las principales ciudades, la Ring Road, sigue sin concluirse. Ese tramo está precisamente en la parte más peligrosa de Badghis, el valle del Murghab. Tropas americanas e italianas por el norte y españolas por el sur tratan de avanzar en medio de constantes hostigamientos. Queda, como dice Chacón, la parte más dura de la misión.

Amenaza terrorista
Los talibán tienen claro lo que quieren y lo expusieron con crudeza tras el discurso del presidente Obama: «Queremos dejar claro otra vez que la solución para la crisis afgana pasa por la inmediata y completa retirada de todas las tropas extranjeras», clamaban en una de las web que utilizan para lanzar sus mensajes. «Hasta que eso no ocurra, nuestra lucha armada se incrementará día a día», concluyen.