Reino Unido

«A los espíritus les gustan los platós de TV»

Apenas tenía dos años y medio cuando Anne Germain transmitió a su madre el primer mensaje procedente del más allá. Se trataba de su tío, que había muerto en la Segunda Guerra Mundial. Hacia los ocho o nueve años pudo ver a su tía tan sólo diez minutos después de su fallecimiento.

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Así relata la médium británica del programa de Telecinco «Más allá de la vida» algunos de sus primeros contactos con el mundo de los muertos. Sin embargo, los expertos en psiquiatría consultados por LA RAZÓN aseguran que no se trata más que de un espectáculo televisivo, y que la médium no es más que una mujer con muchos conocimientos de psicología. «Además hay que tener en cuenta que los personajes se sientan en la silla previo pago», añaden.

Santiago Collado, subdirector del grupo de investigación «Ciencia, Razón y Fe» de la Universidad de Navarra, asegura que «no hay que dar crédito a este tipo de cosas porque desde los puntos de vista científico, racional y religioso no tienen consistencia».
Germain define su «don» como un «regalo con el que nació» y que recuerda desde que tiene uso de razón. Para ella es habitual, mientras hace la compra o cocina, encontrarse con presencias que quieren contactar con gente que está en la Tierra. «Unas veces adoptan formas corpóreas y otras son simplemente luces», asegura.

Collado explica que cuando una persona fallece su cuerpo se descompone y, con él, la capacidad de comunicarse a través de los sentidos, que es lo que conocemos. La fé nos dice que nuestros espíritus permanecen, pero no sabemos de qué modo. «Se lo ha cuestionado gente de la talla de santo Tomás de Aquino», dice. Y afirma que la conclusión es que, al carecer de sentidos, sólo podrían comunicarse con la ayuda de Dios. «Y, desde luego, Dios no es un instrumento para que nos comuniquemos con el más allá».

Hablan si quieren
La serie «Entre fantasmas» y las películas «Ghost» o «El sexto sentido» definen, en su opinión, lo que ve en su día a día o lo que sentía cuando era sólo una niña. Aunque asegura que los espíritus sólo hablan con ella si ellos quieren, se enorgullece de que ninguno le ha dado la espalda en un plató. «A ellos les gustan las luces y los sonidos de la televisión». El idioma tampoco es impedimento, ya que, aunque los espíritus le hablan en su lengua, ella es capaz de entenderlos. Cuando Germain entra en trance sólo ve luces y después no recuerda nada.

«Cuando entro en el plató, Jordi me coge de la mano porque hay un escalón y en ese momento no veo nada. La gente se transforma en luces muy brillantes, que incluso me dañan la vista. Después, transmito los mensajes, aunque luego no los recuerdo». Germain firma que no investiga al personaje que va a contactar con su ser querido, y que diez minutos antes del programa le informan sobre su nombre, profesión y edad, «nada más». En relación al público, dice que no conoce ningún dato sobre ellos, y que, generalmente, los elige dependiendo del espíritu que grite más.

Se declara espiritualista cristiana, una religión reconocida en el Reino Unido, y asevera que incluso es capaz de hablar con Dios. En cuanto a las críticas, la médium asegura que no las lee. «No quiero que por fuerza crean en lo que hago, la única persona que tiene que creer soy yo. Sólo les pido respeto».

«Yo también trato de hablar con Dios cada día, pero Él me habla a su modo, como quiere, no como le imponga yo. Además, siempre es para que yo sea más humilde, mejor con los demás... nunca para que gane dinero con ello», dice Collado, que añade que, en este tipo de casos, «normalmente se trata de gente con gran habilidad para comunicarse... ¡pero con los vivos!».

Gala no se lo creyó
Muchos han sido los famosos que han acabado anegados en lágrimas tras «escuchar» lo que tenían que decir los espíritus de sus familiares de boca de Anne Germain. Pero quizá la voz más crítica y escéptica ha sido la de Antonio Gala, que además fue uno de los invitados en el estreno del programa. Durante toda la sesión con Germain, el escritor no dejó de hacer gestos de incredulidad ante las aseveraciones de la médium, que aseguraba estar en presencia de su madre. Cuando su espíritu declaró en boca de Germain, «te amo, hijo», Gala no dudo en mostrar su extrañeza con la ironía: «Tiene una amabilidad con la que yo no conté en vida».