Barcelona

La erótica del poder

La detención de Strauss-Kahn demuestra que los políticos también son débiles ante el sexo. Son muchos quienes han mostrado tener una doble vida, secretos de estado en los que aparecen amantes de todo tipo en los dormitorios de quienes teóricamente son ejemplares padres de familia y maridos fieles.

La Razón
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Probablemente, el mayor escándalo sexual del siglo pasado fue el llamado «caso Profumo», que toma su nombre del ministro británico de Defensa John Profumo. En 1963 se supo que había mantenido relaciones con una modelo, Christine Keeler, quien también había sido compartida por Yevgeny Ivanov, un espía soviético. Por aquellas fechas, en la Casa Blanca gobernaba el mundo libre John F. Kennedy, de quien se conocen demasiadas amantes, desde Marilyn Monroe, Judith Campbell Exner o Mary Pinchot Meyer, pasando por secretarias, modelos o voluntarias de campaña. No es el único presidente estadounidense que ha tenido amantes, una tradición que se remonta a la época de Jefferson, pero durante el siglo XX son singulares los casos de Franklin D. Roosevelt, Dwight Eisenhower o Lyndon Johnson.

Una mención especial la merece Bill Clinton. Sus escarceos lo persiguieron en su primera campaña electoral y tomaron dimensiones espectaculares al final de su mandato, de la mano de la becaria más famosa del mundo, Monica Lewinsky. A punto de ser destituido, pudo arreglárselas para salir indemne, pero el caso Lewinsky ha marcado por desgracia su legado político para siempre. El mismo problema han tenido aspirantes a la Presidencia, como el demócrata Gary Hart, que ni siquiera pudo optar a las primarias al admitir sus aventuras con la joven modelo Donna Rice. Mención aparte la merece el gobernador de Nueva Jersey Jim McGreevey, quien, casado y con hijos, dimitió tras admitir su homosexualidad y su relación con su jefe de prensa.

En Francia, François Mitterrand supo conservar muchos secretos durante su Presidencia. Los dos más importantes vieron la luz al final de su mandato: un cáncer que desde que llegó al Elíseo en 1981 lo perseguía y una relación con otra mujer, pese a estar casado. Con esta amante tuvo una hija. Otro político europeo con doble vida ha sido el ex primer ministro británico John Major. Tras su paso por el número 10 de Downing Street, el político conservador reconoció que había sido infiel a su esposa durante años con una compañera, Edwina Currie, ex ministra de Margaret Thatcher. El caso más reciente es el del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Su nombre está ligado a fiestas y orgías en su mansión de Arcore. En estos momentos, el llamado «caso Ruby», en el que se vincula a la modelo Karima El Maurough –en el momento de los hechos menor de edad– con Berlusconi, sigue siendo carne de titulares.