Hadi el escudero fiel que pilotará la transición en Yemen

Graduado en un colegio militar en 196, Hadi se formó en el Reino Unido y en Egipto, ante de regresar en 1970 a la entonces llamada República Democrática Popular del Yemen, de tendencia marxista. En 1986 tuvo que desplazarse a la septentrional República Árabe del Yemen y se refugió en el norte en los campamentos para militares sureños, donde permaneció tras la unificación del país en 1990. Hadi se unió al derrocado Alí Abdalá Saleh en 1994, tras el breve levantamiento de los separatistas del sur que fue rápidamente aplastado por las fuerzas del régimen.

Su fidelidad al presidente le llevó a ascender vertiginosamente en su carrera política, primero elegido como ministro de Defensa y cinco meses después se convirtió en vicepresidente.
Con su nombramiento Saleh buscaba, en cierta manera, logra un equilibro entre el norte y el sur para evitar nuevos intentos separatitas de los rebeldes del sur.

Hadi nunca se consideró un hombre fuerte del régimen, desempeñando un papel marginal a la sombra del ex dictador yemení y sus familiares, que siempre figuraban en las portadas de los medios de comunicación. Su nombre empezó a sonar el verano pasado, después de la partida de Saleh, que tuvo que viajar a Arabia Saudí para recibir tratamiento médico de las heridas que le causó un atentado contra el complejo presidencial de Saná en junio pasado.

Durante su ausencia, Hadi asumió las funciones del presidente y logró cosechar el apoyo de los opositores tras detener los enfrentamientos desatados entre los seguidores del presidente y las milicias tribales fieles al líder Sadeq Abdalá al Ahmar en el barrio Al Hasba, en el norte de Saná.