Argentina sigue llorando

Tras ver este valioso documental, una tiene la sensación de que ella sigue rodeada de ese halo mistérico que iradiaba hasta aquel peinado tan cinematográfico suyo que paseó ya convertida en la mujer más poderosa del mundo. El filme aporta con buen ritmo numerosos testimonios de amigos, historiadores, familiares, y hace hincapié en la visita que hizo a España en 1947 la hija bastarda de un terrateniente que llegó tan lejos. Incluso Franco aceptaba sus desaires porque le era necesaria. Tanto como el trigo que Perón le vendía. La cinta desmenuza la trayectorial vital y política de una joven que pareció no temerle a nadie, que fue actriz y trabajó en la radio hasta que el controvertido Perón la miró de cerca, e incluye, entre otros valiosos materiales gráficos, escenas de la boda rodadas por el hermano de Evita (qué trágico final tuvo). Contradictoria defensora de la clase obrera (adoraba vertir de Dior y Pertegaz), supo, no obstante, derretir al pueblo con dramáticas y apasionadas arengas. Es cierto, parecía amarlos. Murió pronto, y, muy enferma, se despidió de Argentina en un interminable y multitudinario viaje en coche. Iba enyesada debajo de la ropa para aguantar de pie. Hoy, muchos temen el cadáver de Evita, que reposa tras una grotesca travesía en una tumba de seguridad. Porque «hasta muerta sigue aterrorizando a sus enemigos». Y enalteciendo el espíritu de quienes la amaron.
 

lo mejor:
es un trabajo sumamente exhaustivo sobre la vida y la trayectoria política de Evita
lo peor:
incluye muy pocos testimonios que cuestionen a esta siempre controvertida mujer