Bruselas
Griñán busca un altavoz para sus reivindicaciones
Se reúne en Madrid con Rajoy después de acusarlo de atentar contra la Constitución por sus reformas
SEVILLa- Griñán se entrevista esta mañana con Rajoy en Madrid. Es su primera reunión desde la llegada del popular a la presidencia del Gobierno. La cita ha tardado. En el guión original estaba que en la presidencia de la Junta de Andalucía estuviera Javier Arenas. Hubiera sido trascendental para la estrategia del Ejecutivo central, ya que Andalucía es la comunidad con mayor extensión de España. Salvo Cataluña y País Vasco, prácticamente todas las regiones estarían gobernadas por el PP y eso hubiera hecho mucho más fácil explicar las reformas del PP.
La realidad ahora es otra. Griñán es el presidente del PSOE y el socialista con más poder de España. Con esas credenciales se presentará en La Moncloa para convencer a Rajoy de que otra salida de la crisis es posible. Salvo sorpresa, el intento del líder de la Junta es vano. El Ejecutivo tiene marcada su hoja de ruta –impuesta por sus socios europeos–, que se aleja de las exigencias del presidente andaluz, que ha vertido duras críticas en las últimas semanas sobre las medidas del Gobierno. Al menos Griñán ampliará la caja de resonancia de sus quejas.
El principal problema que quiere resolver Griñán es el de la financiación. No es exclusivo de Andalucía, pero es el que más le preocupa, porque sabe que sin dinero no tiene margen para ese otro modelo que dice que aplica en la región que él preside. Ya son varios los colectivos que han llamado a la Junta ante los incumplimientos en los pagos, desde guarderías a centros de atención a discapacitados, lo que trunca su discurso. Consciente de que ésa es también la losa de España, propone alternativas beneficiosas para sus intereses. Si no es dinero, al menos un cambio en las reglas del juego. La primera es que el Estado comparta con las comunidades autónomas el punto extra de déficit que le permitió Bruselas al retrasar un año el objetivo final del 3 por ciento del PIB. Alguna comunidad del PP no lo vería mal, pero precisamente para fijar una posición única, Rajoy se reunirá después con los presidentes autonómicos de su partido. No quiere que ninguno de sus barones regionales sea seducido por los «cantos de sirena» de Griñán. La otra es que exista un objetivo individualizado de déficit o que se atienda al criterio de población y no del PIB –la Junta calcula que pasaría de autorizaciones de endeudamiento por 2.181 millones a más de 2.800–.
Y luego está la segunda «deuda histórica». Más de cinco mil millones, entre inversiones no ejecutadas con Zapatero y mala aplicación del modelo de financiación. La amenaza de redoblar la confrontación en septiembre parece cada vez más cercana.
EL ESPÍRITU «COOPERATIVO» DE GRIÑÁN
«El Gobierno necesita ayuda pero no se deja ayudar»
«El camino ha sido aprobar 22 decretos leyes amparándose en la mayoría absoluta y desde esa mayoría ha asestado un duro golpe a nuestro modelo constitucional de convivencia»
«En términos estrictamente democráticos, podemos hablar de una clara ruptura del mandato representativo»
Aquí se modifica hasta el Título Primero de la Constitución por decreto ley»
Pleno del 25 de julio en el Parlamento de Andalucía
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