La salida de la crisis en clave española: exportaciones y competitividad

BARCELONA– España comenzará a crear empleo neto a partir del verano de 2013. Con esta premisa se presentó ayer el economista Juan Iranzo en el marco de las conferencias que la fundación Agbar ha organizado para este año. Iranzo, con su ponencia «Crisis económica ¿hasta cuando?», desgranó la situación del país y explicó las reformas que, a su juicio, son imprescindibles para enderezar el rumbo.

A su juicio, la salida de la crisis pasa, ante la imposibilidad de devaluar la moneda, por el sector exterior. Las exportaciones pasan, a su vez, por incrementar la demanda mundial de productos españoles y por ser más competitivos, lo que implica que el Gobierno facilite la actividad industrial y «deje espacio» a la iniciativa privada.

Iranzo señaló que para mejorar la competitividad del país son necesarios tres paquetes de medidas. En primer lugar, la consolidación fiscal es ineludible y, en ningún caso, incompaible con el crecimiento. «La necesidad de reducir el déficit no es una posición sádica de Alemania. Es necesario para evitar que el sector público absorba una inversión que iría destinada al sector privado», señaló el vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos. La necesidad de financiación del Estado podría conseguirse «sin subir impuestos» con la sustitución de algunos tributos: «por ejemplo bajar las cotizaciones sociales y subir el IVA, con lo que ganaríamos en competitividad».

La administración pública
La segunda medida tiene como protagonista al sector público. Iranzo abogó por ajustar el gasto de la administración, especialmente en lo que se refiere a Sanidad y Educación «que se llevan el 70 por ciento del presupuesto». Bien sea, por ejemplo, con el tique moderador en el caso de la Educación o bien incrementando las tasas universitarias.

En tercer lugar, «hay que dejar que nuestras empresas compitan en igualdad de condiciones con las empresas de fuera», señaló Iranzo. Para ello, son necesarias tres reformas: financiera, laboral y energética.

La reforma financiera «no es estrictamente una medida anticrisis», pero «era necesaria para mejorar la eficiencia del sector» y «se tendría que haber acometido mucho antes», dijo Iranzo. Al menos, la reforma del Gobierno «ya ha establecido el valor de los activos inmobiliarios», por lo que los pisos comenzarán a venderse. Sobre la reforma laboral, Iranzo destacó que acerca la negociación colectiva a la realidad laboral. Además, «hasta ahora se necesitaba un crecimiento del 2,6 por ciento para crear empleo, ahora es del 1,3 por ciento». La reforma energética consistiría en que los usuarios asuman el déficit tarifario y en liberalizar más el sector para espolear la competencia.

«Un mundo global sólo se aprovecha con una economía mucho más eficiente», resumió Iranzo.