La enésima batalla

Lejos de calmarse, las aguas socialistas están cada día más revueltas. Aunque los matices sobre las acusaciones de «puchezaro» por la decisión de Ferraz de permitir el voto de los militantes sancionados en Móstoles se sucedieron a lo largo del día de ayer, lo cierto es que antes de que se cerrase ese frente ya se estaba abriendo otro. En este caso, en Leganés. La Secretaria de Organización de la Agrupación de esta localidad (y presidenta de la plataforma leganense favorable a Tomás Gómez), Laura Oliva, se había postulado como candidata para enfrentarse en otro proceso de primarias al actual alcalde Rafael Gómez Montoya, uno de los principales apoyos de Trinidad Jiménez en su campaña. Ya desde primera hora de la mañana, la ministra de Sanidad cuestionó esta posibilidad y zanjó el asunto considerando que no era necesario abrir un proceso electoral a un alcalde que ya gobierna. Sin embargo, la decisión llegó horas después desde Ferraz: las primarias quedaban paralizadas cautelarmente. La respuesta no se hizo esperar. El PSM considera «ilegal e inmoral» el freno a las aspiraciones de primarias en Leganés y anuncia que recurrirá la decisión. Un capítulo más en el «culebrón» que rodea a los socialistas.