Portugal

La deuda de la banca española con el BCE cae a niveles de 2008

La deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo (BCE) cayó en enero hasta 53.120 millones de euros, lo que supone un descenso del 20,69% respecto a diciembre (14.000 millones menos), y marca el nivel más bajo desde octubre de 2008 (52.691 millones), según datos del Banco de España.

La cifra de enero supone, además, un descenso del 31,3% respecto al nivel de hace un año, cuando la financiación del BCE se situaba en 77.318 millones de euros. Las entidades españolas han reducido sensiblemente sus peticiones de liquidez al instituto emisor tras marcar niveles máximos durante los meses de julio y agosto de 2010.

Estos datos representan el saldo vivo que las entidades residentes en España tienen pendiente de devolver al BCE como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido previamente, y supone una media de las operaciones diarias que se realizan durante el mes.

La normalización de los mercados, pese al incremento de la prima de riesgo que encarece la colocación de deuda, y la mayor captación de pasivo han permitido a la banca devolver la dependencia del BCE a niveles de hace dos años.

Los mayores incrementos se registraron durante del año 2010 como consecuencia del cierre de los mercados, principalmente durante el verano, aunque en los últimos meses del año comenzó a moderarse.
 

LA DEUDA BANCARIA ESPAÑOLA BAJA AL 15%
La financiación del BCE al resto del Ecosistema también registró un fuerte descenso, hasta los 349.323 millones, lo que supone una caída de casi 55.000 millones respecto a diciembre. De este modo, el peso de deuda de la banca española respecto al Eurosistema se sitúa en el 15%, frente al 17% del mes de diciembre, y lejos de los niveles de mediados de 2010, cuando superó el 20%.

Los expertos subrayan que la situación de la banca tiene que ir normalizándose y que el mercado interbancario tiene que volver a funcionar por sí solo, aunque advierten de que si se reactiva el temor a un rescate de España y Portugal, la inestabilidad podría volver a elevar las peticiones de liquidez al BCE.

Además, el avance de reestructuración del sistema financiero ha devuelto la confianza a las entidades, que han comenzado a prestarse entre sí.

En este sentido, fuentes del sector explican que las peticiones de liquidez al BCE es "algo normal"para la banca, y que forma parte de la actividad normal del instituto emisor, por lo que no se debe demonizarse el hecho de que las peticiones se incrementen. Asimismo, subrayan que la mayor o menor demanda van en paralelo a la situación del mercado.

Los expertos se muestran cautos y no se atreven a vaticinar si esta fuerte caída puede indicar un cambio de tendencia y una recuperación de la actividad, ya que la banca tiene que hacer frente a grandes vencimientos durante el próximo año, aunque en su mayor parte están cubiertos, y la reestructuración financiera aún no ha concluido.