Una reunión para el Orgullo

A pesar de que es el doble de lo que permiten las normas, los organizadores del Orgullo Gay se quejan porque la ampliación del ruido no se extiende al miércoles, ni a la plaza de Chueca por encontrarse a menos de 150 metros de una residencia de ancianos. Esta normativa permite que se haga el pregón de las fiestas, pero no la celebración de conciertos. Para intentar llegar a un acuerdo, Alberto Ruiz-Gallardón ha accedido a reunirse con los organizadores del Orgullo Gay el próximo martes 21 en el Palacio de la Cibeles. Antonio Poveda, presidente de la Federación Española de de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), declaró a Europa Press que no entiende por qué hay que esperar tanto, ya que «para organizar las fiestas tenemos que cerrar muchas cosas».

Además añadió que casi no reciben financiación por parte de la administración y tienen que «tirar» de patrocinadores privados. Unas ayudas que pueden desaparecer si existe la incertidumbre de que no se permita realizar actuaciones musicales en la plaza de Chueca, a pesar de que «teníamos un compromiso por el cual podríamos usar todas las plazas». Ante estas diferencias, desde el Ayuntamiento se plantean ofrecer a los organizadores de las fiestas otros espacios de la ciudad para que puedan celebrarse los conciertos sin infrigir la normativa, como Callao y las plazas de España y Luna.

La cacerolada se desinfla
Ayer a las nueve de la noche volvió a producirse una cacerolada en la plaza de Chueca, protagonizada por los que opinan que las fiestas del Orgullo Gay deberían celebrarse de la misma forma que en años anteriores, aunque no acudieron más de 40 personas. Mientras, la Policía ya está visionando las cintas que grabaron las cámaras de videovigilancia para identificar a los que acosaron a Gallardón la noche del pasado lunes mientras paseaba con su mujer e hijos cerca de su domicilio.