Fondeados en Bora Boa

Hoy me gustaría ser surcoreano. Me sentiría muy orgulloso. El pasado 15 de enero, los piratas somalíes secuestraron un carguero de Corea del Sur con 21 tripulantes. Las fuerzas especiales surcoreanas lo asaltaron el viernes, mataron a ocho secuestradores y detuvieron a otros cinco. Un ejemplo de eficacia militar así como de protección de sus ciudadanos. Nuestro Gobierno hubiera escoltado a los delincuentes a sus puertos y pagado el rescate. Total, el dinero es de todos. Cualquier día lo consignarán en los Presupuestos como Ayuda al Desarrollo. No me extrañaría, incluso, que los piratitas se envalentonen y asalten un destructor. Hay que aclarar que nuestros militares son tan eficaces como valientes, pero tienen las manos maniatadas. No les dejan actuar. Es como si estuvieran fondeados en Bora Bora. Los piratitas sólo entienden el lenguaje de los cañones. Con nuestro dinero han creado una «república pirata» sin ningún glamour. Les falta una película. Prefiero no dar ideas, porque Sinde es capaz de financiarla.