CDC
Mas se viste de Companys
BARCELONA- Una de las proclamas que se escuchó entre el mar de esteladas durante la marcha independentista del Onze de Setembre fue la que animaba a Artur Mas a convertirse en presidente de un Estado independiente. 48 horas después, el president de la Generalitat comentaba durante el acto de la Diada en Madrid que «lo peor que puede hacer un gobernante es cortar las alas a la ilusión de un pueblo».
Ese día, Mas y su equipo empezaban a construir un relato épico que ayer llegó a su clímax después de que CiU alentara a los ciudadanos a llenar la plaza Sant Jaume para recibir al president tras su reunión con Mariano Rajoy en Madrid. Un acto convocado por los organizadores de la marcha independentista de la Diada, la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), para reclamarle sin medias tintas que lidere la independencia de Cataluña. Mas estudió su llegada al milímetro. A las 18.55 horas llegaba en coche a la plaza Sant Jaume, donde 200 simpatizantes con la causa soberanista lo recibieron con gritos de «independencia».
El president entró al Palau sin pararse, sin bajar siquiera la ventanilla para saludar. Esperó a las 19.44 horas, cuando la plaza estaba llena, con 4.000 personas, según la Guardia Urbana, armadas con esteladas y una enorme pancarta que reproducía el hastag «#totsmabelpresident» –todos con el presidente–.
Entre banderas esteladas, gritos de «in-de-pen-den-ci-a», cánticos clásicos como «no queremos ser una región de España...», la gente se fue animando. Alguien que miró al cielo y vio las banderas españolas ondeando a lo alto del Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, los edificios que flanquean la plaza Sant Jaume, empezó a corear «fuera la bandera española» y la gente lo siguió eufórica. Los cánticos soberanistas se sucedían uno tras otro.
Todos estaban pendientes del balcón de la Generalitat. «¿Saldrá Mas?», preguntaba la gente. Todos tenían en mente dos imágenes, la del ex president Josep Tarradellas, que al regresar del exilio pasó a la Historia con su: «Ciudadanos de Cataluña, ya estoy aquí», y la de Lluís Companys que después de pasar por la cárcel por haber proclamado el Estado Catalán se dio un baño de masas en la plaza Sant Jaume.
El president eligió el momento en que la multitud coreaba «Mas sigue valiente, Cataluña independiente», para dejarse ver. En vez de salir al balcón, apareció por la puerta del Palau de la Generalitat. Y allí entre esteladas, pancartas con la versión soberanista del eslogan de campaña de Obama «Yes, we Cat», alzó la mano y saludó. La gente le aplaudió y juntos entonaron el himnos de Cataluña «Els Segadors». Con esta imagen, empieza la precampaña.
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