España

Las enfermedades sexuales se disparan en la última década

La sífilis sobrepasa a la gonorrea y ambas se sitúan en los niveles más altos desde el año 2001

La Razón
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El descenso del empleo del preservativo también tiene consecuencias sobre la evolución de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). De acuerdo con datos del Instituto de Salud Carlos III, dependiente de los ministerios de Sanidad y Política Social y Ciencia, la incidencia de algunas ETS ha aumentado a partir del año 2001.

En concreto, el incremento es bastante notorio en los casos de sífilis y en la infección gonocócica o gonorrea. Si en 2001 la cifra de diagnósticos de gonorrea no sobrepasaba los 800 casos, en el año 2009 el número de infectados se elevó a 1.954. Lo mismo ocurre con la sífilis, que en el año 2000 se situaba entorno a 700 y en 2009 alcanzó a 2.496 españoles.

Con esta tendencia, España se sitúa entre los países de Europa con mayor tasa de estas dos infecciones de transmisión sexual, ocupando el sexto puesto en contagios por gonorrea y el cuarto por transmisión de sífilis. Y es que la sífilis, que en el año 1995 ocupaba un porcentaje del 2,57 por ciento por cada 100.000 habitantes, ha duplicado su presencia hasta alcanzar al 5,70 por ciento. Una realidad todavía más alarmante si se tiene en cuenta que en 2008 sobrepasó, por primera vez, a los casos de infección gonocócica.

Lo mismo ocurre con otras enfermedades originadas en la práctica sexual sin protección. Este el caso de la hepatitis B, una patología, a día de hoy, sin posibilidad de curación y con graves consecuencias sobre la salud. Así, mientras que la infección por VIH de transmisión sexual ha logrado apaciguarse –aunque todavía sigue infectando a cerca de 800 personas al año–, el contagio de hepatits B se ha disparado de forma notable. Hasta hace unos años, la hepatitis de tipo B era prácticamente inexistente en España y, ahora, los datos de los últimos años revelan que afecta, cada año, a casi un millar de personas.

La dispensación sin receta de la píldora del día después no sólo trivializa el acto sexual, poniendo en peligro la salud de la mujer, sino que, podría seguir engordando las dramáticas cifras de las ETS.