Bruselas
Europa se empantana en Libia
Cuando se cumple un mes del comienzo de la ofensiva aérea, crece la impaciencia por la ausencia de resultados.
La «Operación Protector Unificado» bajo mando de la OTAN cumplió ayer un mes de ofensiva aérea contra el régimen de Muamar Gadafi con un resultado, hasta el momento, poco prometedor. Desde Bruselas, la Alianza Atlántica reconoció sus limitaciones para detener desde el aire el asedio de los leales al dictador a la ciudad de Misrata.
En rueda de prensa en el cuartel general aliado, el general de Brigada Mark Van Uhm, a cargo de la operación, admitió que «hay una limitación en lo que podemos alcanzar con poder aéreo para detener los combates en la ciudad». «Hemos estado controlando la situación en Misrata y, durante los últimos diez días, los combates han sido intensos», declaró. En las últimas semanas, la OTAN ha estado insistiendo en la necesidad de nuevas aportaciones de aviones a los miembros de la Alianza tras la retirada paulatina de los efectivos estadounidenses.
El presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT) de Libia, Mustafa Abdelyalil, también consideró «insuficientes» los ataques aéreos de la OTAN y les pidió una «mayor protección» mientras el comité rebelde que controla Misrata pedía desesperadamente una intervención terrestre porque «es cuestión de vida o muerte».
La UE continúa avanzando en la preparación de una fuerza con «fines humanitarios», que podría incluir un despliegue terrestre, con el objetivo de asegurar las evacuaciones de civiles y la entrega de material de primera necesidad, como alimentos y medicinas, en las ciudades que sufren el cerco de las tropas gadafistas. Sin embargo, esta nueva misión europea, «Eurofor Libia», debe estar precedida por una petición expresa de la ONU que, por el momento, la contempla como el último recurso.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, logró el respaldo del Congreso de los Diputados para prorrogar otros dos meses la participación española en la operación aliada. El coste total de la misión, según dijo la ministra, ascenderá a 43 millones de euros e incluirá el envío de un nuevo avión de reabastecimiento en vuelo, un Hércules C-130. La titular de Defensa también recabó el apoyo de los grupos parlamentarios, a excepción de IU, a la realización de «otros cometidos» que pudieran ser requeridos en una hipotética misión humanitaria bajo el paraguas de la UE. Eso sí, se realizaría «con los mismos efectivos» (500) y nunca «implicaría acciones sobre el terreno» porque, dijo Chacón, la resoluciones de la ONU lo prohíbe expresamente. La ministra hizo un repaso de este mes de bombardeos y reconoció un cambio en la estrategia del líder libio, que estaría adoptando tácticas de guerra «asimétrica» que dificultarían el trabajo militar aliado.
Francia también se mostró contraria a un posible despliegue terrestre. El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, se declaró «totalmente contrario» al envío de tropas y apoyó continuar los bombardeos para desestabilizar al régimen. En un encuentro con la prensa diplomática, informa Efe, el ministro aseguró que la presión sobre el líder libio está destinada a que haya defecciones, incluso en Trípoli. Juppé también confesó que la coalición internacional puede haber «subestimado» la capacidad de adaptación de las tropas de Gadafi y reconoció que la situación militar es «difícil y confusa».
Reino Unido envía asesores militares
El Gobierno británico enviará varios militares a Bengasi para asesorar a los rebeldes en cuestiones relacionadas con la organización militar, las comunicaciones y la ayuda médica. William Hague, el ministro de Exteriores, calificó ayer al organismo político de los rebeldes, el Consejo Nacional de Transición, como un interlocutor «político legítimo» y explicó que la medida es necesaria para proteger a los civiles y compatible con la resolución de Naciones Unidas relativa a la protección de la zona de exclusión aérea, informa Celia Maza.
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