Eternas vacaciones

Hay marcas que, por sus diseños, invitan a unas vacaciones eternas. Y ésta es una de ellas. De hecho, desde su presentación en la isla de Capri en 1995, Harmont&Blaine se ha consolidado como una de las etiquetas predilectas para aquellos hombres que en su tiempo de ocio optan por la informalidad de los looks casual y con un toque preppy, pero a base de prendas y accesorios que rozan casi el nivel del lujo. Sus camisas, entre las que se pueden encontrar desde los modelos más relajados hasta diseños perfectos para llevar con traje, son uno de sus best-sellers, ya que la relación calidad-precio es excelente. Y aunque nació como firma masculina, hoy ya cuenta con colecciones para niños y, por supuesto, también para mujer. Quizás no sea el fuerte de la casa, pero las líneas femeninas están cada vez más logradas. El cambio de director creativo ha hecho posible que sus diseños para mujer pasaran de un estilo excesivamente soso y conservador a tener un aire mucho más fresco, femenino y hasta fashion, atreviéndose esta temporada incluso con colores llamativos y tendencia como el mandarina, el fucsia o el amarillo. Y siempre inspirando looks en los que se respira la influencia del Mediterráneo, el aire libre y el buen tiempo. Apetece darse por eso una vuelta por su boutique de Madrid, un amplísimo local en el que se respira el ambiente elegante, pero cercano y relajado, que caracteriza el espíritu de la firma italiana. Es un espacio luminoso, cálido y amable en el que se puede coincidir tanto con un ejecutivo en busca de un look para ir a jugar al golf o de vacaciones a Saint Tropez, como de un joven completando su estilismo ideal para Formentera. Y en cuanto a ellas, la clienta ideal se caracteriza por un espíritu joven y un marcado gusto por la elegancia easy going y discreta. Nada de estridencias ni siluetas excesivas que puedan restar protagonismo a la belleza y atractivo de lo sencillo y cómodo.