La tortura era costumbre en el penal de San Felipe

Los jefes de seguridad interna, inspección y de turno del penal San Felipe fueron apartados después de que la Justicia abriera esta semana una investigación por presuntos casos de torturas en esa cárcel de Mendoza, precisaron portavoces del Gobierno provincial.

También fueron detenidos los cuatro agentes identificados en las imágenes en las que se ven a oficiales del servicio penitenciario dando golpes con los puños, azotes y patadas a detenidos, algunos de ellos esposados o maniatados, pidiendo con gritos el fin de las torturas.

Mientras, los investigadores intentaban este jueves localizar a un quinto agente, que permanece prófugo, y no descartan la participación de un sexto penitenciario en los hechos. "Podría haber más capturas de involucrados en el caso", señaló hoy el fiscal Santiago Garay, a cargo de la investigación de los casos denunciados ante la justicia por la Asociación para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos Xumek, que obtuvo una filmación realizada el año pasado en la prisión con un teléfono móvil.

La denuncia también fue remitida a la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno de Mendoza y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). "Estamos haciendo todo el requerimiento administrativo, jurídico y penal para aplicar sanciones en una situación absolutamente grave", aseguró este miércoles el ministro de Gobierno de Mendoza, Mario Adaro.

El funcionario recordó que, en diciembre último, Mendoza logró que se le levantara la sanción impuesta en 2004 por la CIDH debido al estado de emergencia en que se encontraba el sistema penitenciario provincial, situación que fue superada, según constató dicha corte en supervisiones a los penales.

En 2004, 16 presos murieron en cárceles de Mendoza en medio de condiciones "infrahumanas"e "inaceptables", estableció en ese momento una delegación de la CIDH, entidad autónoma de la Organización de Estados Americanos (OEA).