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Perea cierra el vestuario

Luis Amaranto Perea es uno de los jugadores más cercanos a Quique Sánchez Flores en el vestuario del Atlético. Uno de los hombres de confianza del entrenador. Pero ni siquiera él pudo esconder ayer que el conflicto con Forlán se le ha escapado de las manos al preparador rojiblanco.

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Una idea que ya había advertido dos días antes el capitán, Antonio López. «Ayer no había que hablar de nadie», advirtió el lateral izquierdo el día después de que Quique dejara en evidencia a Forlán. «Ya habéis visto los minutos de Forlán. Juzgad vosotros», comentó el técnico tras la derrota ante el Racing. «Lo que se haya hablado en el vestuario se queda en el vestuario», advirtió Perea. «Lo de Forlán y Quique no debería haber pasado porque nos jugamos mucho», añadió. El colombiano, uno de los capitanes aunque Quique prefirió que Agüero lo adelantara en el escalafón por el bien del vestuario, intenta que sus compañeros se centren en el partido de mañana contra el Hércules. «Para mí, lo más importante, más allá de todo lo que ha pasado, es terminar en Europa. El equipo está por encima de cualquier cosa y es lo que tenemos que pensar», aseguró.

El Atlético está roto y en reconstrucción. Una vez más. Los jugadores han dado la espalda al entrenador, en el que hace tiempo que no confían. Tampoco los dirigentes, muy molestos con el conflicto entre el preparador y Forlán que ha acabado devaluando a un futbolista que en las dos temporadas anteriores había sido Bota de Oro y Balón de Oro del Mundial. Todo por una cuestión que, según explicó Quique el jueves, «escapa a lo personal y lo profesional». Quique ha conseguido que el vestuario se ponga del lado de Forlán, un jugador no demasiado popular entre sus compañeros. Cuando Simão se marchó al Besiktas en enero, el uruguayo perdió a su único amigo en la plantilla. El resto de jugadores sabe que es un tipo raro fuera y egoísta en el campo de fútbol, pero leal. Y también saben que si alguno de los dos, el entrenador o él, tiene alguna posibilidad de continuar en el Calderón, es el uruguayo.

El técnico, que ayer no dirigió el entrenamiento, lo que evitó un reencuentro con Forlán en el césped, no ha sabido rentabilizar ante el vestuario, los gestores del club o la afición los dos títulos conseguidos el año pasado. En la plantilla, sólo Reyes permanece a su lado. El sevillano descubrió con Quique en el Benfica que seguía teniendo vida futbolística. Y en el Atlético lo rescató del olvido. Los cambios en la alineación del Atlético sólo son una muestra de los cambios de opinión del equipo. Paulo Assunção, imprescindible para el preparador la temporada pasada, ha desaparecido de las alineaciones. «Es mucho mejor de lo que vosotros pensáis», insistía a un grupo de periodistas en el avión de regreso de Hamburgo después de ganar la Liga Europa. Quizá él ahora piensa como aquel grupo de periodistas.