El nuevo plan centro seguirá el modelo de Málaga y Granada

SEVILLA- El Plan Centro del anterior Gobierno municipal levantó críticas y alabanzas antes, durante y después de su derogación el pasado mes de julio. La presencia de las cámaras y el control del tiempo de estancia de los vehículos en el casco histórico se convirtió en un arma política para presentarse, tras su eliminación con la llegada de Zoido a la Alcaldía, en el primer «conflicto» grave entre la nueva Corporación municipal y los grupos de la oposición. Seis meses después de que los vehículos pudieran volver a circular con relativa libertad por el centro, el Ayuntamiento ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de encontrar una solución real al tráfico en Sevilla.

Esta solución llegará durante el presente mes de enero con un nuevo Plan Centro que se limitará a la zona turística, que ya cuenta con una importante peatonalización de sus calles. La propuesta de Demetrio Cabello, delegado de Seguridad y Movilidad, no llegará a otras zonas con graves problemas de tráfico sino que afectará a una denominada «almendra» patrimonial. «No lo llevaremos ni a la Puerta de Carmona ni a Calatrava», comentó Cabello durante la presentación de esta propuesta, que cuenta ya de antemano con las reticencias del sector del taxi, que mantiene que la ciudad no cuenta con las infraestructuras necesarias. Pese a ello, esperan conocer a fondo el nuevo proyecto aunque sí creen que una reorganización del tráfico en círculos concéntricos puede ser una de las soluciones.

La propuesta que pondrá sobre la mesa el Ayuntamiento en breve se suma al esquema que ya utilizan algunas ciudades andaluzas y españolas desde hace varios años. Un método con el que se quieren preservar las zonas monumentales del tráfico rodado, pero sin levantar críticas entre los vecinos y los comerciantes, que son los principales sectores más combativos con este tipo de ideas. Los principales ejemplos de este modelo en la comunidad andaluza se encuentran en Málaga y Granada. Dos ciudades con una población similar a la de Sevilla, pero que, sin embargo, tienen un casco histórico bastante más pequeño que el de la capital hispalense. En Granada, el plan de peatonalización se inició en el año 2004 y, según el Ayuntamiento, en la actualidad se trabaja para tener terminado un plan general de movilidad de toda la ciudad en el año 2021. Hasta el momento, se han cerrado al tráfico importantes calles del casco histórico granadino en los últimos años como San Juan de Dios o Recogidas, que se han complementando con la construcción de varios aparcamientos en la zona periférica. Se ha deslizado que ésta es una de las iniciativas que debe llevarse a cabo en los próximos años en Sevilla, aunque en la actualidad cuenta con una importante dotación de parkings en el centro. Junto a estas medidas, en el Ayuntamiento granadino no se optó por una solución radical de blindaje del centro, sino que se limitó a prohibir el tráfico en un 15% de la zona histórica. A ello hay que sumar el aumento de los transportes públicos, en especial autobuses híbridos de pequeño tamaño, así como la futura llegada del metro y el tranvía. De nuevo el mismo concepto de la «almendra» monumental que se quiere utilizar en Sevilla y que en Málaga tiene una regulación también llevada a cabo en 2004. En ambos casos, el sistema utilizado ha sido el de cámaras y pilonas, éstas últimas menos traumáticas que las primeras, ya que no implican una sanción para los conductores, pues directamente se impide el paso.

En Málaga, pocos meses después de su puesta en marcha salieron a la luz importantes datos que revelaron la eficacia de un plan que actúa en 40 hectáreas. En el año 2004, cuando comenzó la restricción, los estudios reflejaban que diariamente pasaban por el centro histórico una media de 62.300 vehículos, para acabar con una cifra que ronda los 9.800 en la actualidad. Se trata de una reducción del tráfico de un 84% en un lustro. Este modelo presenta cierta semejanza con el Plan Centro, ya que tiene cinco puntos de acceso al casco histórico y cuatro de salida que impiden que se utilice esta zona como método para cruzar la ciudad. La ecuación utilizada en Málaga pasa por desplazar este tráfico a la zona periférica, que en la actualidad se encuentra saturada. Trasladándola a Sevilla, esta medida puede encontrar contratiempos debido a que la actual Ronda Histórica ya tiene problemas de atascos en ciertas horas del día pese a los intentos de reorganización de los últimos años. Desde el Ayuntamiento de Málaga se destaca que este modelo ha tenido una aceptación muy buena tanto por los residentes como por los vecinos, ya que el nivel de ruido y la contaminación por C02 ha disminuido considerablemente.

Otra de las ciudades que en breve también sufrirá una importe remodelación en su viario será Córdoba, donde la Corporación municipal se plantea la reforma integral de la calle Cruz Conde, que puede cambiar su actual fisonomía con la llegada de autobuses híbridos. Una postura que está en contra de la posición adoptada por los comerciantes y los ciudadanos, que quieren que se imite el esquema que se sigue en la calle Larios de Málaga. En la actualidad, se trata de una vía sólo para peatones, aunque se está a la espera de una decisión municipal que deberá tener en cuenta que en Larios, tras su reforma, la actividad comercial se incrementó en un 30%.

Sin embargo, el modelo más exitoso, y que tiene cierta relación con la peatonalización ya existente en el tránsito de Puerta de Jerez a Campana, es el que llevó a cabo el Ayuntamiento de Madrid en la Puerta del Sol, Callao, Fuencarral y Montera, que, tras casi cinco años de obras, ha dado un cambio de cara a la capital española.

«Necesitamos que llegue el metro»
Con una Navidad que ha roto todas las expectativas positivamente, los miembros de la Confederación Provincial del Comercio y Servicios de Sevilla (Aprocom) valoran positivamente que se vaya a llevar a cabo este nuevo plan centro, ya que «era una barbaridad poner por igual todas las zonas del casco histórico», señala Enrique Arias, portavoz de esta asociación. Sin embargo, exigen que llegue el metro «de una vez al centro porque es la única solución real de movilidad. Necesitamos que lo construyan y que lo hagan con paradas en la Alameda, el Duque y la Plaza Nueva».