Un traspaso con zancadillas

MADRID- Dicen que la mejor defensa es un ataque, y si de lo que se trata es de guardar las apariencias, pues con mayor motivo. Eso es lo que ha debido pensar el equipo de Gobierno de José María Barreda, los nuevos «indignados» de Castilla-La Mancha, que no admite ninguna de las acusaciones lanzadas por el PP. Pero, más allá del lance literario entre ambos partidos, los socialistas siguen sin aportar documento alguno que demuestre que esas imputaciones son falsas.

Y para conocer el origen de los enfrentamientos hay que remontarse al pasado 27 de mayo, día en que se celebró la primera reunión entre PSOE y PP para hablar del traspaso de poderes. En ese encuentro, los populares solicitaron una serie de documentos muy concretos que hacían referencia a las cuentas de la Junta y, a día de hoy, aún siguen sin noticias.

Un hecho que, sumado al resto de denuncias, provocó la reacción de algunos miembros del PP de esta región, que pusieron sobreaviso a los ciudadanos del «agujero» en el que estaba inmersa esta comunidad autónoma. Así, se afirmó, entre otras cosas, que la deuda total acumulada por el Ejecutivo autonómico ascendería a 7.000 millones de euros, que, a partir del próximo mes, 70.000 funcionarios públicos podrían no percibir su nómina por falta de fondos o que la deuda de la Junta con los proveedores asciende a 2.000 millones.

El contraataque
Los socialistas no tardaron en responder y su reacción no fue otra que suspender de forma unilateral las dos reuniones previstas para hoy en las Consejería de Ordenación del Territorio y la de Vivienda, Salud y Bienestar Social. Una decisión justificada por el «doble juego desleal del nuevo Ejecutivo» y la aportación de «datos falsos» del PP, según matizó el consejero de Presidencia, Santiago Moreno.

Pero de documentos que demuestren que esas informaciones son «falsas», nada. Tanto es así que ni siquiera la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, María Luisa Araújo, ha dado la cara. Más allá de negar los hechos, la consejera decidió irse de vacaciones una semana, en pleno traspaso de poderes.

Así, lo que se antojaba un mero trámite, que también se está realizando en ayuntamientos y concejalías, se ha complicado hasta tal punto que ayer mismo, Moreno fue un paso más allá y anunció la posibilidad de «suspender definitivamente» las reuniones para preparar el traspaso de poderes. Y será hoy el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, al que acudirán todos los consejeros salientes, quien decida sobre esta cuestión.

«Alarma social»
El motivo, una vez más, la «alarma social que los populares han generado en los últimos días». Eso sí, el consejero de Presidencia quiso dejar claro que el traspaso de poderes tras la victoria del PP en las pasadas elecciones «no se ha suspendido», ya que éste no se produce hasta que se nombra al nuevo Gobierno. O lo que es lo mismo, que lo que se han paralizado son las reuniones. Y los únicos responsables de ello, a su juicio, son los populares que «han dinamitado» con sus declaraciones estas reuniones.

Y mientras, al PP siguen llegando denuncias de funcionarios que ven cómo se «borran informes de los ordenadores de las consejerías» y se «eliminan» expedientes.