Esquisitez sin esfuerzo

Han pasado ocho años desde su apertura, y esta maravillosa boutique, pionera en su momento (año 2004), sigue siendo una de las más bonitas de la capital. Como ocurrió desde el primer momento, Pez es uno de esos locales de referencia entre actrices, profesionales de la moda y amantes del buen gusto sin forzar. Está ubicada donde antes existió una farmacia militar,y conserva los suelos de barro originales y las columnas de hierro pintadas en plata envejecida que le dan al local un aire cálido y chic, muy parisino, pero también urbano al más puro estilo newyorker. Un mix que difícilmente podremos encontrar en otra tienda madrileña. Y es que sus dueñas, Patricia de Salas y Beatriz Mezquíriz, que en su momento arriesgaron queriendo hacer de este sueño una realidad bastante difícil de conseguir, han sabido reflejar desde el comienzo sus exquisito gusto por la moda «effortless» (fácil, natural y relajada) y absolutamente chic. El espacio, diáfano y con más de 300 metros cuadrados, goza de una inusual luminosidad aumentada con la sencillez de sus escasos muebles y objetos de decoración. El protagonismo lo toman las prendas de ropa como la firma italiana de lujo y maravilloso aire vintage Golden Goose, Humanoid, una etiqueta belga minimalista y funcional o firmas de sobra conocidas como Matthew Williamson, Halston o la gallega Masscob, una de las pocas marcas made in Spain posicionadas entre las grandes a nivel internacional. Pero además, Pez es la única tienda en Europa donde se pueden encontrar las fabulosas joyas en oro y brillantes grises, blancos y amarillos de la marca japonesa Nogucci, uno de los secretos mejor guardados de Madrid y prueba de la exclusividad de esta boutique. Mención aparte merecen, además, los muebles daneses de origen industrial, o las alfombras y lámparas seleccionadas personalmente por sus dueñas para hacer las delicias de su clientela más exigente. Su objetivo,trasladar a la tienda el ambiente cálido, acogedor y súper chic de sus propias casas, está más que conseguido.