Convenios colectivos
El laudo se abre camino como posible solución
El Estado de Alarma ha dejado en suspenso la mesa de negociación del nuevo convenio de los controladores. Hasta que esta excepcional medida no sea superada, Fomento y la USCA, el sindicato del colectivo, no volverán a verse las caras.
No será un reencuentro agradable, pues ambas partes han llegado a una situación de hartazgo mutuo que mantiene bloqueados los canales de comunicación. Según reconocen ambas partes, en este momento no hay contactos, ni siquiera extraoficiales, para intentar avanzar.
Blanco aseguró ayer que cuando finalice el Estado de Alarma se retomará la negociación oficial y que si no hay acuerdo antes del 31 de enero, «tendremos que adoptar otras decisiones en relación a la negociación colectiva».
Estancadas como están las cosas, la opción de un arbitraje que impusiera un laudo de obligado cumplimiento a ambas partes se vislumbra en el horizonte como una posible solución. La semana pasada, César Cabo, secretario de Comunicación de la USCA, aludía a esta opción vista la imposibilidad de avanzar en las negociaciones, cambiando así de forma radical su planteamiento de agosto. Entonces, Fomento planteó esta posibilidad, pero la USCA la rechazó al considerar que no hay una persona que garantice un laudo independiente y justo. Ayer mismo, los portavoces de Fomento de PP y CiU, Andrés Ayala y Pere Macias, respectivamente, le insistieron al ministro en que si, visto lo visto, el arbitraje no sería una buena solución.
En Fomento, aunque Blanco ahora no parezca tan proclive como en agosto a apostar por esta solución, no se cierran en banda. «¡Cómo vamos a rechazarla si fuimos nosotros los primeros que la planteamos!», aseguran. Lo que les produce perplejidad es que ahora sean los controladores, tras descartado en verano, los que lo saquen a colación. El propio presidente de AENA, Juan Lema, contempló la posibilidad del laudo, aunque sus preferencias se inclinan por alcanzar un acuerdo negociado
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