Comunidad de Madrid

Rescatadores de mascotas

La Unidad de Medio Ambiente (UMA) de la Policía Municipal de Madrid ha recuperado en lo que va de de año 238 animales. Muchos de ellos heridos, otros en situación de pérdida o abandono, y algunos por que han sido comercializados de manera irregular en tiendas, son atendidos cada año por profesionales cualificados para que en un tiempo récord vuelvan otra vez a estar sanos y en libertad.

Muchas de las aves encontradas por los agentes presentaban fractura en la columna vertebral
Muchas de las aves encontradas por los agentes presentaban fractura en la columna vertebrallarazon

MADRID- Entre los animales que la UMA ha recuperado hay reptiles, mamíferos y aves. Entre ellos, un buitre rescatado en pleno paseo de la Castellana y otro en la carretera de Castilla, un águila real, una iguana, tortugas y hasta serpientes que en pleno verano se aproximan a piscinas y jardines para darse un baño y refrescarse. Muchas de estas mascotas son ejemplares que fueron comprados con poco tiempo de edad, y que son abandonados cuando crecen ante la imposibilidad de mantenerlos en casa.

Estos animales que los diferentes agentes localizan en sus vigilancias periódicas, o de los que tienen conocimiento gracias a la colaboración ciudadana, son enviados a las instalaciones a la Sociedad Protectora de Animales y Plantas y al Centro de Recuperación de Aves Rapaces Brinzal, en donde son atendidos.

La recuperación del animal
«Al Centro de Recuperación de Aves Rapaces Brinzal llegan sólo animales silvestres autóctonos. Así, cada año nos traen cerca de 1.300 especies, de los que una cuarta parte son benzejos» apunta Raúl Alonso, director del centro. «Llegan tantas especies a nuestro centro porque no sólo vienen animales encontrados en la Comunidad de Madrid. Madrileños que están fuera de vacaciones y encuentran alguna especie herida la traen al centro para que le demos la atención necesaria. Una vez aquí su internación puede ir desde 1 día hasta los dos o tres meses. Y luego hay casos en los que los animales que llegan son casos irrecuperables y se eutanasian, o pasan a ser aves nodrizas, que viven en cautividad criando pollitos» apunta Raúl.

 A la Sociedad Protectora de Animales y Plantas llegan en cambio los perros y los gatos abandonados. A partir del momento en el que son recogidos, los agentes los dejan en manos del albergue de esta sociedad que cuenta con unas instalaciones envidiables. El albergue tiene patios colectivos e individuales para las mascotas, una clínica y varias enfermerías. Así una vez llegan al a las instalaciones, los trabajadores del centro siguen el mismo proceso. Primero ven si el animal está identificado, luego le hacen un examen general, y por último se le pone en cuarentena. Una vez pasa este tramo, se le ponen las vacunas necesarias, se le desesparasita, y es entonces cuando pasa, en función de su sexo, edad o tamaño, a los diferentes patios que tiene el albergue San Francisco de Asís.

Este trabajo conjunto entre los centros y el UMA debe estar bien coordinado para que muchas de las mascotas encontradas puedan ser atendidas de forma inmediata. Además de este trabajo, la UMA tiene otras muchas competencias. Entre ellas destaca la realización de inspecciones periódicas en las cerca de 300 tiendas de animales ubicadas en la capital, durante las cuales comprueba tanto la licencia de apertura y la declaración de núcleo zoológico, como la documentación de todos los animales expuestos a la venta.
 

 

Una unidad a la vanguardia de Europa
La UMA mantiene vigentes los principios que hace 35 años inspiraron su creación asumiendo, además, competencias nuevas para seguir ocupando un lugar de vanguardia entre las policías medioambientales europeas. Recientemente ha adquirido las funciones de Policía Judicial para investigar delitos medioambientales y contrabando de fauna, sin olvidar sus cometidos tradicionales, como son el control y vigilancia de los espacios verdes.