Literatura

Valencia

Qué tal la crisis Muy bien gracias y usted

La Razón
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Hablar a desconocidos es complicado. No sabes nada del otro y ahí lo tienes, dándote la mano, y esperando que empieces una conversación. El tiempo corre y quedar callado queda fatal. Los temas son infinitos, pero hay que ser ágil, no dudar y decir algo rápido. Los políticos, en campaña electoral, tienen que dominar esta técnica, que se consigue sólo con mucha práctica. Alfred Bosch, candidato de ERC a las elecciones, no tiene práctica.

Ayer visitó el Mercat de Sant Antoni, acompañado por Jordi Portabella, y los dos primeros duelos dialécticos con comerciantes desconocidos los solventó bien. «¿Cómo estamos?», dijo a una mujer tras un puesto de ropa. Sencillo, directo, sin complicaciones. En la escuela de hablar con desconocidos le darían un siete por lo menos. La mujer quedó desarmada, dijo «bien», los dos sonrieron, y pasaron a la siguiente. «Qué, ¿cuándo saldremos de la crisis?», preguntó entonces Bosch a un comerciante, que abrió tanto la boca que podría haber salido un pajaro de cuco. «Bueno, si no nos lo dicen ustedes, la hemos hecho buena», contestó estupefacto. Menudo resbalón. Intentó arreglarlo, balbuceó una excusa de la importancia de la gente de a pie, pero la sensación de bofetón en toda la cara se oyó hasta en Valencia. Hablar con desconocidos es como bailar, cuando no sabes te has de limitar a lo básico o puedes meter la pata.

Jordi Portabella salió al rescate y lo paseó por el resto de paradas vigilándole más de cerca. Bosch incluso buscó comprar unos cordones, porque el velcro ya no está de moda y es una pena. «Hay gente que se asusta con las cámaras», dijo Bosch a uno de sus acompañantes. Él no, él las cámaras no le asustan, pero ¿y los comerciantes?