Una Asturias sin Cascos para ganar estabilidad

Las elecciones en Asturias depararán con seguridad un escenario con tensiones de gobernabilidad y abocado a los pactos. La irrupción de Álvarez-Cascos en el Principado distorsionó el mapa político al desactivar el centro-derecha por su exacerbado personalismo y las cuitas con sus antiguos compañeros. Hoy, el PSOE puede ser el partido más votado por ello. La mayoría, sin embargo, será muy holgada para la suma del PP y Foro. Entonces, a Cascos le tocará dar un paso atrás para facilitar entendimiento y estabilidad, si es que su prioridad es el interés de Asturias.

Poli malo, poli bueno en el congreso de CDC
Hasta la última intervención, la de Artur Mas, la deriva independentista del congreso de CDC era imparable. El consejero de Interior defendió un «Estado propio» para Cataluña y la ponencia ideológica del cónclave lo hizo también por primera vez en la historia. Mas no. Llamó a la moderación y evitó hablar de independencia para sumar a la «gran mayoría» de catalanes y no a minorías. ¿Dos almas y una estrategia? Mejor la centralidad. Ni los ciudadanos ni sus problemas están en esa onda.
 

Apoyo cerrado a la ley de transparencia
El proyecto de regeneración de la vida política emprendido por el Gobierno ha sido muy bien acogido por los ciudadanos. Según la encuesta que hoy publicamos, el 93% de los españoles cree que no se castiga debidamente a los políticos corruptos y apoya que sean inhabilitados. Seis de cada diez confían en la nueva ley de transparencia y casi nueve de cada diez vincula la salida de la crisis a la lucha contra la corrupción. La clase política tiene un grave problema de credibilidad, pero ya sabe qué camino debe emprender para recuperarla.