Cerco a la corrupción

Desproporcionada

La Razón
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Es probable que, en el escenario actual, no hubiera otra salida. La decisión del juez instructor, José Flors, de abrir juicio oral contra el presidente Francisco Camps, cerraba otras alternativas políticas, especialmente porque la parafernalia del juicio iban a hacerla coincidir con la precampaña o campaña electoral en la que Mariano Rajoy intentará acceder a la Presidencia del Gobierno de España.

Por un lado, la Dirección nacional del PP no consentía a Camps mantener la situación abierta hasta la celebración de la vista con jurado, por más que consiguiera una absolución. Si optaba por ese camino, la presión para que dimitiera, estaba decidida. Por otro, es muy duro para una persona inocente pagar la multa y aceptar la culpabilidad de un delito que no ha cometido, cuando, con ello, no se le garantiza la continuidad en el cargo.

En definitiva, Camps decidió batallar por su inocencia y no sucumbir a la alternativa que le ofrecía Rajoy: pagar multa y oficializar la comisión de un delito. Pudo más la hidalguía de la persona que la parafernalia política de mantenerse en el cargo sin considerar las consecuencias.
Dicho esto, expreso mi convicción de la desproporcionalidad del asunto. Espero y deseo que la Justicia, al menos, compense en el futuro tan, en mi opinión, injusta consecuencia.
Así es la vida.