La familia Telerín nos lleva ahora de exposición

MADRID- En 1964, la familia Telerín se coló por primera vez en los hogares españoles. Primero en blanco y negro y más tarde en color, los simpáticos personajes del programa anunciaban cada día a millones de niños, a las 20:30 en invierno y a las 21:00 en verano, el final de la programación infantil con su célebre «Vamos a la cama». El éxito de Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Colitas y Cuquín fue tan arrollador que enseguida se convirtieron en protagonistas de colecciones de cromos y de cuentos, y su imagen comenzó a venderse en todo tipo de merchandising. De esta forma, José Luis y Santiago Moro revolucionaban el mundo de la publicidad y la industria de la animación en España.

Ahora, para rendir homenaje a los padres de la Familia Telerín, la Comunidad de Madrid presenta en la Sala Águila la exposición «El anuncio de la modernidad. Los míticos Estudios Moro (1955-1970)». Además del clan de los Telerín, los hermanos Moro también crearon iconos televisivos como la Ruperta, la Botilde, el Chollo y el Antichollo, del «Un, dos tres»; el Lobo, de turrones El Lobo, o los populares «Pezqueñines ¡No, gracias!». La muestra, que estará en Madrid desde el 29 de febrero hasta el 6 de mayo, recoge una selección de 200 de los mejores spots publicitarios, especialmente de animación, pero también objetos, juguetes y tebeos de algunos de los productos más populares de la publicidad que salió de los Estudios Moro. Entre los spots más celebrados, cabe destacar el del zapateado de las botellas de Tío Pepe o el «striptease» de la Gallina Blanca de Avecrem.

En los años 60, los Estudios Moro llegaron a tener más de 300 trabajadores y realizaban centenares de anuncios al mes. Y es que al margen de su indudable talento creativo y de su buen ojo para convertir la publicidad en un negocio rentable, José Luis y Santiago Moro gozaron de un notable prestigio internacional, acreditado con galardones como las tres Palmas de Oro de Cannes, que ganaron durante cinco años consecutivos, las dos copas de Venecia y los más de cien premios que jalonan su trayectoria.