Barcelona
El tercer asesinato en un comercio en seis meses dispara las alarmas
Un tiroteo mortal conmocionó la noche del sábado al barrio de la Ribera. Un joven pakistaní de 20 años resultó muerto tras recibir un disparo de un hombre que intentaba atracar su comercio. El suceso ocurrió sobre las 22.00 horas en una tienda de la calle de Sant Pere Més Alt, y el presunto homicida fue detenido tres horas más tarde.
Un hombre, de origen francés, entró a la hora citada en este establecimiento, situado en el número 16 de la calle Sant Pere Més Alt. Su intención era atracar el colmado, pero se topó con una inesperada resistencia. El joven fallecido, que era propietario del local, intentó resistirse, amenazando al intruso con un cuchillo.
El atracador respondió a la amenaza con un tiro casi a bocajarro, que causó la muerte al acto del joven dependiente, ante el horror de los clientes de la tienda, que aún estaba abierta. No obstante, estos testigos resultaron determinantes para identificar al presunto agresor, para su posterior detención.
Testigos clave
Los Mossos d'Esquadra recogieron esta información facilitada por los testigos y pudieron detener al agresor. No trascendió mucha información sobre él, simplemente se sabe que es francés y vecino de París.
Respecto a la víctima, se supo que era estudiante de medicina, y que intentó defenderse hasta el último momento. Dos horas después de que tuviera lugar el suceso, una patrulla de la Guardia Urbana localizó un vehículo sospechoso en la plaza de las Drassanes, y, según un portavoz de policial, se procedió a identificar a su conductor, visiblemente nervioso, y que explicó a los agentes que tenía «problemas personales». El aspecto del conductor coincidía plenamente con la información facilitada por los testigos del tiroteo, por lo que los agentes de la Guardia Urbana procedieron a su detención. En el consiguiente registro del coche, los policías encontraron una pistola automática que podría ser el arma utilizada en el crimen, aunque este hecho está pendiente de los correspondientes análisis.
Se trata del tercer asesinato de un comerciante en apenas seis meses. Los vecinos de la Ribera pidieron más vigilancia, y se mostraron especialmente alarmados por un supuesto auge de la delincuencia en la zona.
Los anteriores homicidios perpetrados en comercios ocurrieron en Sarrià–Sant Gervasi y en Sant Martí. En el primer caso, una dependiente de una panadería situada en la calle Muntaner murió a manos de otro atracador. Por su parte, un atraco en una joyería del barrio de Sant Martí, concretamente en la calle Guipúzcoa, también acabó con la muerte de su dueño. Ante esta trágica racha, un portavoz de los Mossos quiso precisar que la coincidencia de estos tres atracos mortales es «casual», dado que a su juicio precisamente en los últimos meses se está registrando un descenso de robos con violencia e intimidación en los comercios.
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