Actualidad

Quim Domènech por Gaspar Rosety

La Razón
La RazónLa Razón

Ni la Inquisición hubiera sido tan cruel con alguien que cometió la ingenuidad de mostrar como espectáculo el modo de conseguir una información. En esta mezcla de información y espectáculo, tan de moda, suele perder la primera. Las audiencias conviven mejor con lo segundo. Los periodistas no debemos juzgarnos unos a otros. Nos llega con analizarnos a nosotros mismos. No conozco a Domènech, pero sé lo que ha pasado por su cabeza. Yo también hice de las mías y sufrí la represión brutal de los gurús, gentuza que sale de caza cuando huele presa joven y fácil. Grave error: periodista herido, periodista vivo.
Si Quim fuera perverso, hubiera mostrado sólo lo que le interesaba, sin descubrirse él ni desvelar su gancho. Podré pensar si yo hubiera actuado así o no; puedo expresar si estoy de acuerdo con su método o no, pero no doy lecciones. Imparto clases a mis alumnos y me basta. Quim pertenece a una generación nueva, con espíritu sano, limpio y fresco, que puede acusar inexperiencia, pero no maldad. A estos chicos les toca rehacer el periodismo deportivo de verdad, hoy en vías de extinción, ese que defino en la Universidad Europea de Madrid como «la ciencia de buscar la verdad y el arte de saber contarla, desde un procedimiento ético». Aprendí a jugar al ajedrez perdiendo partidas y corrigiendo errores. Él deberá crecer así y sabrá mejor que nadie cuándo acierta y cuándo no. Reflexionará para ser mejor porque debe seguir su camino.