Elecciones generales
Derecho a roce
Zoido disfrutó en 2007 interpretando el guión del «thriller» televisivo que habían maquinado. Necesitaba el cara a cara y lo tuvo. Se tomó su tiempo, dejó a su rival creer que se lo estaba cenando y entonces llegó él: el fax de Unidad dirigido a la ya archiconocida Pepi. Monteseirín se recompuso queriendo transformarla en una comedia de enredo ligera palpando la trascendencia de una prueba fundamental en el caso. Golpe maestro para ganar aunque el PP no pisara la Alcaldía más que de visita. A las puertas de su siguiente examen la estrategia continuaba en el mismo punto, alargando para la memoria colectiva los casos municipales pendientes de juicio. Contra pronóstico, el juez sacó de «Unidad» a la comitiva del alcalde y «Mercasevilla» quedó como única trinchera. Pero a ocho meses, cuando el eco será mayor, uno de los incombustibles (e incondicionales) luchadores vecinales le ha sacado la basura a los populares, ahorrándoles el viaje al vertedero. Sevilla Este, el otro «Macarena». La herida vuelve a sangrar ahora sin torniquetes de intereses políticos que aplicar. Hace cinco años el PA enarbolaba los 600.000 euros «librados» en el distrito más socialista a pocos días de que las urnas hablaran e IU sentenciara. El principal responsable dirá adiós (¿o lo ha hecho ya?), pero quien le suceda deberá afrontar una profunda remodelación del entramado en los barrios. En las velás, «chapús» varios y tenderetes de fin de semana siempre se ven los mismos logos. Son empresas con derecho a roce y, ya saben lo que se dice, el roce hace el contrato...
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