OPINIÓN: La unidad de Italia

El próximo 17 de marzo se cumple el 150 aniversario de la unidad italiana. En tal fecha de 1861 se proclamó a Víctor Manuel II de Saboya rey de Italia, aunque la capital estaría por algunos años más en Florencia.
Con ello Italia constituía su unidad política siendo, junto Alemania, una de las últimas grandes nacionalidades en conseguir un Estado propio. De aquella Italia, mera expresión geográfica del Renacimiento hasta la fecha de 1861, se recorrió un gran camino: Italia, a pesar de su división política fue maestra en Artes, en Literatura, en corrientes culturales que predominaron en Europa y su lengua se imponía en la Música. Además, la península vecina tenía en Roma el centro del orbe católico, formidable e indirecto foco de irradiación cultural italiana. El Estado pontificio mantuvo el protagonismo de Italia en el mundo durante siglos, pero a su vez, ya en el XIX, fue el obstáculo y la gran víctima de esa unidad con capital en Roma. Con la creación del reino de Italia, y después del Reich alemán, la Europa occidental adquiría su configuración definitiva.
Hoy, Italia, a parte de cotilleos y «jueces estrella», ofrece una situación económica mucho mejor que España sin ir más lejos, y encara un proceso federalizador inteligente y sin separatismos. En 1961, con motivo del centenario, construyó en nuestra Feria de Muestras un pabellón ultramoderno para aquel entonces y que aún persiste. En la actualidad, con una España e Italia hermanadas en la Unión Europea, la amistad y la colaboración han de ser mayores.