Manuel Chaves
«Quieren la muerte civil de mi familia»
Ausente Zapatero de viaje oficial en China, Rajoy tampoco acudió al Congreso. Así que nos ahorramos un miércoles más un nuevo combate a cuenta de la economía y el paro entre los primeros espadas. Sus escaños, vacíos. Ni Soraya Sáenz de Santamaría ocupó el de Rajoy ni Rubalcaba osó sentarse en el de Zapatero.
No vaya a ser que Chacón saltara del suyo, y libraran allí la batalla de las primarias. Ayer no tocaba. El verdadero objetivo del PP fue el vicepresidente tercero, que no el primero, el del hijo comisionista, el que presidía la Junta de Andalucía cuando se aprobaron los ERE irregulares.
Manuel Chaves recurrió al victimismo.
Todo, dice, se resume en una campaña que persigue la «muerte civil de mi familia», un deseo de los populares de que sus hijos «no trabajen ni en Andalucía ni en España». Pobre argumento para quien se enfrentará al regreso de las vacaciones de Semana Santa con una reprobación parlamentaria. El PP la registró ayer en la Cámara, después de semanas de placaje al vicepresidente por los ERE irregulares y los negocios de su hijo.
Es la primera censura a la que se somete a un miembro del Gobierno en esta Legislatura, y aunque no tiene visos de contar con mayoría suficiente, el PP buscará el retrato de un moribundo Chaves. En la proposición no de ley el PP alega que Chaves es un «lastre» para el Ejecutivo por los «escándalos» que le afectan de manera directa o indirecta, por lo que está contribuyendo a deteriorar la confianza de los ciudadanos en el Gabinete de Zapatero. La iniciativa, que tendrá que votar la Mesa y la Junta de Portavoces, recopila todos los casos que le han estallado desde que llegó a la Vicepresidencia Tercera.
Ayer el diputado Ricardo Tarno le acusó de favorecer «a los socialistas andaluces» para que «puedan jubilarse sin trabajar», pero pronto entró en materia familiar para subrayar que Iván Chaves asesoraba a empresas que contrataban con la Administración andaluza y recordar al vicepresidente que en Andalucía «si uno es familiar suyo, las puertas están abiertas (...)» y «que su hijo campaba a sus anchas por la Junta y por algunos ministerios». ¿El final? El de cada semana: «Dimisión por el bien de Andalucía y de España. ¡Váyase, señor Chaves!».
«Quieren situar a mis hijos en el centro del debate político y mis hijos no son políticos. Si les acusan de algo, deben ir a los tribunales», se defendió el vicepresidente tercero. Luego, se metió en el fango de «las listas del PP con imputados por delitos muy graves», olvidándose de que el PSOE tiene en esto también que callar. Puesta en pie la bancada socialista despidió a Chaves.
El hermano de Chaves, procesado
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Marchena (Sevilla) ha ordenando continuar por el trámite del procedimiento abreviado las diligencias previas en las que figura, en calidad de imputado, el candidato socialista a la Alcaldía de El Arahal, Fernando Chaves, hermano del vicepresidente tercero del Gobierno. Los supuestos delitos que se le atribuyen son los de injurias y revelación de secretos. El PSOE de la localidad sevillana ha salido en defensa de Chaves y ha advertido de los «atropellos» del denunciante, el independiente Manuel Rodríguez Lobato, concejal de Hacienda y Obras municipales.
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