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«No soy el responsable del silencio»

«No soy el responsable del silencio»
«No soy el responsable del silencio»larazon

MADRID- Contradiciendo a Butragueño y a Pardeza, quienes afirmaron que la ley del silencio mantenida tras el duelo con el Villarreal en El Madrigal y en la previa y el postpartido con la Real Sociedad había obedecido a una «decisión del cuerpo técnico y de los jugadores, avalada por el club», Mourinho dejó ayer bien a las claras que él no había tenido nada que ver. «Yo no tengo que justificar nada (por qué ni él ni Karanka habían hablado); no soy yo el responsable ni soy yo quien ha determinado absolutamente nada», dijo visiblemente molesto. Vamos, que por él hubiera comentado su visión de la actuación de Paradas Romero en El Madrigal, para bien –como viene haciéndolo últimamente, sin meterse en jardines, de forma aséptica– o para mal –estallando como en otros tiempos.

Peor fue cuando llegó el turno de preguntas para Sami Khedira. Mourinho, que comparecía a instancias de la UEFA acompañado de un jugador, como es preceptivo y obligatorio en las previas de los partidos de Liga de Campeones, dio la rueda de prensa por finalizada antes de que el centrocampista alemán pudiese contestar a si los jugadores iban a hablar tras el duelo con el Apoel. De repente, «Mou» se levantó, estrechó la mano a la traductora y dejó vendido a Khedira, sin saber qué hacer. Apenas llegó a pronunciar: «Yo sólo soy un jugador». Y ambos desaparecieron tras la puerta.
Hasta ese momento de tensión, y una vez conocida la opinión de Mourinho al respecto de la ley del silencio, la UEFA ya no permitió nuevas preguntas, incidiendo en el asunto, aunque hubo un nuevo intento y Mourinho optó por no responder. «¿Cree que al dejar de hablar en rueda de prensa se perjudica la comunicación del Real Madrid con los aficionados?». Silencio.

Ya en lo puramente deportivo, el técnico madridista quiso subrayar en el riesgo que entraña el Apoel de Nicosia, pese al favoritismo que él mismo reconoce, al igual que el tiempo le dio la razón cuando advirtió de que el CSKA de Moscú era un rival peligroso. «Si podemos ganar, mejor que empatar, pero mis sensaciones son que va a ser un partido difícil, y que en el Bernabéu, en nuestro hábitat natural, quizá sea más sencillo», aseguró el portugués. «Nosotros somos favoritos, no podemos negarlo, y asumo esa responsabilidad. El Apoel y el Madrid no pueden compararse, por historia, por potencial deportivo y económico, pero les respetamos mucho, hemos estudiado su evolución. Será un partido complicado», reiteró.

El presupuesto del Apoel es de 9 millones de euros frente a los casi 500 del Madrid y su jugador mejor pagado cobra 400.000 euros. A una distancia sideral está el salario de Cristiano Ronaldo, de diez millones, pero no por eso el técnico rival, Ivan Jovanovic, espera que se repitan los pitos que sufrió «CR7» durante el Chipre-Portugal, sino que cree que la grada le va a respetar.

Para Mourinho, la mejor virtud del Apoel es que es un «equipo equilibrado» y al que debe jugársele en la misma medida: como grupo. «Algunos de mis amigos en el mundo del fútbol han salido de este equipo, tenemos que aprender de ellos. Te das cuenta del poder que tienen como grupo, y eso es más importante que la calidad de cualquier jugador. Cada uno trabaja en beneficio del grupo. Tenemos mucho respeto para ellos, han tenido una actuación magnífica en Europa, merecen estar en cuartos de final, han ganado a equipos como el Olympique de Lyon, el Oporto... Si están en cuartos es porque se lo han ganado», aseguró.

La gran novedad en el Real Madrid es la ausencia de Xabi Alonso en el centro del campo. Khedira reconoce que le echarán de menos y que es «una situación nueva» jugar sin él. Para suplirle están Coentrao, Sahin, que jugó unos minutos ante la Real, y, sobre todo, Granero. «Es un jugador equilibrado y necesitamos a alguien así», afirmó «Mou».