Rajoy: «La huelga no ayuda en nada a España»

BRUSELAS- «La huelga no ayuda en nada a España». Así de contundente se mostró ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al analizar la huelga general que los sindicatos han convocado para el próximo 14 de noviembre en el marco de una acción europea contra los recortes.

«Tienen derecho a convocarla, pero no puedo compartirlo, porque no ayuda en nada a España. No ayuda a resolver los problemas económicos, que es lo que está intentando hacer el Gobierno con sus decisiones, y no ayuda para nada a la imagen de España», manifestó Rajoy tras el Consejo europeo celebrado en Bruselas. La huelga «no va a servir para resolver los problemas de los ciudadanos», sentenció.

Rajoy reconoció que las reformas llevadas a cabo hasta ahora han sido «muy duras», pero quiso lanzar un mensaje de optimismo: «El grueso de las decisiones importantes en materia de déficit se han adoptado ya». A partir de ahora, dijo, el Ejecutivo «intentará reducir el gasto y aumentar los ingresos de la manera más equitativa y razonable posible».

Por otra parte, el mandatario recordó que la del 14-N sería la segunda huelga general que los sindicatos hacen a su Gobierno, pese a que no lleva ni siquiera un año al mando del país, cuando lo que tendrían que hacer es caminar «todos juntos» hacia la recuperación económica.

El presidente español reconoció que le preocupa que sus decisiones generen malestar entre los ciudadanos, pero recalcó que es su responsabilidad tomarlas para sacar al país de la situación actual. «Soy plenamente consciente de que estamos tomando decisiones que no gustan a mucha gente. Es muy duro tomar estas decisiones y muchas de ellas tampoco les gustan a los propios responsables ministeriales. Hemos tenido que subir impuestos y reducir gastos, pero lo hacemos porque hay que hacerlo y porque con eso sentamos las bases para la recuperación de la economía», planteó. En este sentido, recordó que para el Gobierno «esto no es fácil», pero precisó que lo que no puede permitir es que España siga en una situación de constante endeudamiento que existía antes.

Con un ejemplo didáctico, comparó de nuevo la labor de los gobiernos al frente de las cuentas públicas con las familias y las empresas, y según explicó, ninguno puede permitirse gastar más de lo que ingresan sin caer en problemas. «Si tienes un sueldo de 1.000 euros, no te puedes gastar 1.200 o 1.500. Puedes hacerlo unos meses si pides un crédito para una cosa determinada, pero no puedes hacerlo toda la vida porque, si no, no podrás devolver la deuda y nadie más te prestará nunca», insistió.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, también hizo referencia a la huelga tras el Consejo de Ministros. En el actual momento, todos los agentes políticos y sociales están «llamados a la responsabilidad», dijo, porque no hay política «primera y más importante» que la creación de empleo, y por ello instó a las centrales a compartir esta opinión, ya que las huelgas «en nada ayudan a los trabajadores y a los desempleados».
En su opinión, convocar una huelga general no es la «mejor manera» de contribuir a la generación de empleo. La vicepresidenta eludió responder a la pregunta de si consideraba esta huelga como «política».

Rajoy advierte de que no admitirá presiones sobre una posible ayuda
Mariano Rajoy lanzó ayer un aviso a navegantes. Frente a las voces que apuntan a la necesidad de que España pida ya una nueva línea de ayuda, Rajoy advirtió de que no admitirá presiones y sólo hará lo que considera que es bueno para los intereses generales del país.
Tras una nueva reunión maratoniana de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas, el presidente compareció en rueda de prensa para mostrar su satisfacción por los avances conseguidos entre los 27 en materia de unión económica y monetaria respecto a la pasada cumbre de junio.

Rajoy explicó que durante este encuentro con sus homólogos no hubo referencia alguna a la posible petición de rescate por parte de España. Ninguno de los líderes abordó la cuestión.

Sin decisión tomada
El presidente del Gobierno dejó claro que no ha tomado todavía la decisión. «Es una decisión que no está adoptada y lo que quiero decir es que si la tengo que tomar, la tomaré, como hice con la decisión sobre el préstamo para nuestras entidades financieras», sostuvo.

En este sentido, Rajoy valoró los avances en materia de solidaridad puestos en marcha en los últimos meses por la zona euro y, en especial, que el Banco Central Europeo haya creado un sistema de compra «masiva» de bonos para los países con problemas. «Es un instrumento que ya está ahí. Y es muy importante que exista, porque hace unos meses, cuando hablamos de los problemas de liquidez, no existía», recordó.

En todo caso, valoró que un presidente del Gobierno no puede actuar bajo presión. «Yo no lo voy a hacer y creo que algunas veces, a lo largo de mi vida política, he acreditado que no me gustan las presiones. No por nada –ha precisado– sino porque lo que hay que hacer es tomar decisiones en defensa del interés general».

Rajoy, que manifestó que él sería incapaz de decirle a uno de sus homólogos lo que tiene que hacer en esta materia, apuntó sin embargo que «una cosa es opinar y otra decidir». Garantizó que adoptará una decisión escuchando a todas las personas que considere necesario y, fundamentalmente, a los miembros de su Gobierno, pero coincidió con sus colegas cuando – «con sentido común»– han aseverado que la decisión de pedir ayuda le corresponde al país y a su presidente.

Hollande, aliado de Rajoy
Quien remó en todo momento a favor de España fue el presidente francés, François Hollande, que recalcó que España no tiene que ser sometida a nuevas condiciones si finalmente decide pedir la ayuda para mejorar su financiación. «En el momento en que España considere que debe pedir un plan, no hay razones para imponerle condiciones que añadirían aún más austeridad a la austeridad, teniendo en cuenta que España hace todos los esfuerzos necesarios», dijo el presidente galo.