Relaciones laborales
La paga extra de los funcionarios ahorrará 90 millones
Los empleados municipales tendrán sólo 3 moscosos y trabajarán media hora más
MADRID- Sacrificio, esfuerzo, entrega... La alcaldesa de Madrid cuidó ayer al máximo las palabras para referirse a los funcionarios municipales mientras explicaba las medidas de austeridad que afectarán al sueldo y a la jornada laboral de estos trabajadores. Iniciativas que, en definitiva, suponen la adaptación al consistorio del real decreto ley aprobado por el Gobierno de Rajoy. El más significativo de estos ajustes, la eliminación de la paga extraordinaria que los funcionarios perciben en diciembre, supondrá un ahorro para las arcas de la ciudad de en torno a los 90 millones de euros. De este total, 52, 3 millones corresponden a las nóminas de los trabajadores del Ayuntamiento, otros 30 millones a las de las empresas públicas y 7,4 a las que esta Navidad no percibirán los empleados de los organismos autónomos. Al contrario de lo que ocurre en la Administración central, no habrá una parte de los funcionarios que queden exonerados de la medida, ya que en la capital ninguno de los trabajadores municipales cobra menos de 1.000 euros. La pérdida de la paga extraordinaria, que «si es posible» se devolverá en 2015 a través de una aportación al plan de pensiones, representa un 6,8% del salario anual de los trabajadores.
Aunque el real decreto ley no lo contempla, los altos cargos también verán reducido su salario en una proporción similar ya que no tienen paga extraordinaria. Esto significa que el sueldo de los concejales, entre otros, se reducirá un 7,1%. Ana Botella, por ejemplo, percibirá 1.214 euros menos al mes –7.284 euros menos en lo que queda de 2012–. De esta forma, la ciudad ahorrará un millón de euros más.
Ante la posibilidad de que puedan producirse despidos entre estos trabajadores, la alcaldesa reiteró una vez más el compromiso de su equipo de Gobierno con el mantenimiento del máximo número de empleos posibles. Advirtió, eso sí, de la posibilidad de que el consistorio pierda competencias. En ese caso, subrayó Botella, los trabajadores que trabajen en esas competencias pasarían a formar parte del personal de la Administración que las asuma.
Además, los funcionarios verán incrementada su jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales: pasan a trabajar siete horas y media al día, media hora más que actualmente. A ello se suma el hecho de que pierdan siete de los diez moscosos de los que disfrutaban ahora y dejarán de tener jornada reducida de seis horas en verano y durante la semana de San Isidro. Botella insistió en que desde el Ayuntamiento son «conscientes de que son un sacrificio extra para los empleados públicos», aunque reiteró que «sólo con el esfuerzo conjunto podremos volver al crecimiento y a la creación de empleo».
Respecto a los complementos retributivos de estos empleados, el Ayuntamiento completará su salario, en caso de incapacidad temporal, hasta el 50% en los tres primeros día de baja y hasta el 75% entre el cuarto y el vigésimo día. En cuanto a los liberados institucionales –que el consistorio nombra en las instituciones a petición de los sindicatos– Ana Botella y la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, confirmaron que cumplirán con lo que determina el real decreto del Ejecutivo central: «Pide que se eliminen los liberados institucionales y nos vamos a adaptar». De cara a las protestas que estas medidas pueden provocar, Botella llamó a la responsabilidad de todos.
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