Tokio
Lluvia de millones para evitar que vuelvan los talibanes a Afganistán
Las tropas internacionales se despedirán definitivamente en 2014, pero el gobierno de Afganistán seguirá recibiendo una lluvia de fondos con los que afrontar su complicadísimo futuro e intentar evitar que el país vuelva a caer en manos de los talibanes.
Es el compromiso que se ha alcanzado en Tokio, sede de una conferencia de donantes en la que participaron 55 países y 25 organismos internacionales. Juntos, mandarán a Kabul 16.000 millones de dólares desde hoy hasta 2015, una ayuda que si nada se tuerce debería prolongarse por lo menos hasta 2017. Quienes más dinero aportarán serán, por este orden, Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido.
La cantidad prometida responde a las expectativas del propio Gobierno afgano. Su continuidad, en todo caso, está condicionada a la gestión del dinero, para la cual se han impuesto nuevas normas y procesos de control más rígidos. Y es que Afganistán, que ha recibido 60.000 millones de dólares desde 2002 en ayuda civil y donde el 95 por ciento del Producto Interior Bruto corresponde a ayuda extranjera y donaciones humanitarias, es uno de los países más corruptos del mundo, una lacra que afecta sobre todo a la administración pública y, por lo tanto, a la gestión de los fondos humanitarios y de "reconstrucción".
El secretario de la ONU, Ban Ki-Moon, admitió que se trata de un proceso "frágil. "Si fracasamos en invertir en gobierno, justicia, derechos humanos, empleo y desarrollo social, podríamos estar negando las inversiones y sacrificios que se han hecho en los últimos 10
años", subrayó.
El gobierno afgano dispone de una hoja de ruta que prevé la estabilización de la economía durante la llamada "década de transformación", de 2015 a 2024. Para alcanzar dicha meta, el camino parece largo y lleno de peligros. El más evidente el de la violencia. Ayer mismo se produjeron dos nuevos atentados en la región de Kandahar, en los que perdieron la vida 14 personas y otra decena resultaron heridas. "Harán falta muchos años de trabajo duro y un
continuo apoyo desde el extranjero antes de que Afganistán pueda conseguir la prosperidad y la autosuficiencia", admitió ayer en Tokio el presidente, Hamid Karzai.
A la ayuda civil comprometida hay que sumar los 4.100 millones de dólares en asistencia militar acordados en la cumbre de la OTAN celebrada en mayo en Chicago. La financiación externa parece la única solución para intentar evitar que los talibanes se hagan de nuevo con
el control del país. El plan de la OTAN, dirigido por Estados Unidos, pasa por dar apoyo logístico, entrenamiento, tecnología y financiación para formar un Ejército nacional que pueda combatir por si mismo.
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